La asamblea de la ACB aprobó finalmente la no inscripción del Bilbao Basket. El club vizcaíno queda así a los pies de los caballos, muy cerca de la desaparición porque fuera de la máxima categoría no tiene ningún futuro. Su dificilísima situación económica le tenía medio muerto y todo lo sucedido esta semana le remató.
Aunque aún faltan explicaciones para algunos temas y no sabemos si los responsables políticos de la ciudad y la directiva del club los aclararán, sí hay cosas que se van sabiendo. Hace tres semanas había un sponsor apalabrado y una línea de crédito bancario a punto de firmarse.
Esta semana todo se había caído. Además, la nómina de junio que se prometió pagar a la plantilla no se abonó una vez más, un nuevo retraso que lleva a casi toda la plantilla a estar con impagos de entre 5 y 7 meses. Más o menos se debe el 65% de las fichas de la plantilla, superándose ampliamente el 15% que establece la normativa de la ACB si se desea ser inscrito.
Si a esto se suma que tampoco se ha repuesto los 200.000 euros del Fondo de Garantías Salarial en la fecha prevista, dinero usado en su día para pagar una nómina, pues la ACB sólo podía aplicar la normativa: el Bilbao debía ser excluido de la próxima temporada.
Se venía avisando a los dirigentes del club bilbaíno de esta circunstancia. Además, en las conversaciones de estos días la ACB supo que no había patrocinador a la vista y el crédito bancario largamente negociado era inviable sin un aval sobre el que soportarlo. Ni la Diputación ni los partidos políticos apoyaron alguna solución estos días. Además, el presidente de la ACB, Francisco Roca, telefoneó el jueves al diputado general, José Luis Bilbao, para pedir explicaciones y, según nos cuentan, su llamada no fue atendida.
Así que el Bilbao no tenía dinero ni para pagar los salarios de esta temporada pasada ni viabilidad económica a corto plazo sin sponsor y con una pesada deuda de 6 millones a sus espaldas.
El presidente, Xavier Jon Davalillo, explicó por la tarde que “hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para sacar esto adelante, las instituciones nos han apoyado hasta el último momento para buscar una solución al final no ha podido ser pero seguiremos trabajando para que haya baloncesto del máximo nivel en Bilbao”
La asamblea de la ACB tomó esta decisión de no inscribirlos y luego se decidió que su plaza, en lugar de ser vendida, se amortice y se celebre una liga de 17 equipos. A partir de ahí había que decidir si la próxima campaña hay un descenso o dos, como piden algunos clubs, sobre todo los grandes, para dejar la liga en 16 equipos, lo que aligera el calendario a los que disputan la Euroliga.
Hubo una fuerte discusión sobre este punto y, ante la falta de acuerdo, se pospone qué hacer a una nueva asamblea en septiembre. en el 2008, cuando no se inscribió al Akasvayu y hubo también liga de 17, sólo hubo un descenso.
Como recuerdo final, un abrazo a todos los seguidores del Bilbao Basket y un dato: se pierde una plaza histórica en una ciudad grande y un club con 8.500 abonados, el segundo que más de toda la liga tras el Baskonia.