Así se explican las dudas de todo un Michael Jordan que, coincidiendo con su quincuagésimo cumpleaños, titubeó para elegir al mejor de los dos, decantándose -no sin vacilar- por el escolta púrpura y oro. Un hombre cuya calidad y méritos ya le sitúan posiblemente en el ‘Top 10’ de la historia y que en su posición solo languidece comparándose con ‘His Airness’ -aunque si hubiera nacido antes, a saber…-.
Y es que el tiempo suele funcionar de igual manera como aliado y enemigo a la hora de elaborar estos manidos rankings, donde conviven experiencias vividas en primera persona con numerosas estadísticas enciclopédicas sin mayor referencia visual que un puñado ‘highlights’ en Youtube. Por ello, porque equiparamos diferentes demarcaciones e incluso distintas reglas, quizás fuera más adecuado hablar de ‘mayores dominadores’ en lugar de ‘mejores jugadores’ de la historia, donde Kobe y LeBron buscan su sitio junto a otros nueve grandes de este deporte -seleccionados en opinión de quien suscribe-:
Ganador de cinco anillos, ‘The Black Mamba’ desterró hace ya tiempo el sambenito de secundario de O’Neal que le persiguió a principio de siglo, cuando ‘Twister’ acaparaba casi todos los elogios proferidos hacia los Lakers del ‘threepeat’. Desde entonces, Bryant se obcecó en demostrar que él también podía liderar a un equipo hacia el título, consiguiéndolo en dos ocasiones y dando así la razón a Mitch Kupchak, quien viéndose obligado a elegir entre uno u otro en 2004, apostó por el escolta.
Ahora solo tiene entre ceja y ceja el sexto campeonato, que al menos en este aspecto le igualaría con Jordan. Para lograrlo, el ‘24’ angelino no ha tenido más remedio que reinventarse y ‘cerca’ de su retirada está cosechando su mejor curso en cuanto a asistencias repartidas se refiere (5.8 por noche). Ha ‘tirado del carro’ como nunca ante la indolencia de Howard y el mal momento de Gasol, y solo un inoportuno esguince de tobillo ha conseguido pararle, aunque ni así dejó Kobe de intentar saltar a la cancha.
Despojado de cualquier tipo de presión una vez reinó el pasado verano, ‘The Chosen One’ está desatado, ha llevado a los Heat a firmar la segunda mejor racha victoriosa de siempre y camina firme hacia el ‘back to back’. Sin embargo, a diferencia de Duncan o Bryant, parece que sus mejores temporadas están todavía por llegar y nos falta pues perspectiva histórica para ubicarle en el Olimpo.
No obstante, méritos numéricos no le faltan y con apenas 28 años de edad tiene en su haber tantos MVPs como Bird, Magic o Moses Malone. Además, solo seis jugadores han repartido más ‘triples-dobles’ que él (36), si bien está clasificación es muy injusta con Robertson o Chamberlain, pues en su época no se contabilizaban ni tapones ni robos.
Sería la mejor manera de resarcir a la franquicia y al estado que le vio nacer, a la par que una idílica manera de afianzarse en el ‘Top 10’ de mejores baloncestistas de todos los tiempos. En opinión de nuestros lectores, ¿debería formar ya parte de esta honorífica clasificación? ¿Cuál es vuestro ranking de elegidos?