Caminamos hacia la temporada en que salvarse y evitar el descenso puede ser más barato que nunca. Ahora mismo, todo indica que con 10 triunfos y el average ganado con el Estudiantes y el Gipuzkoa Basket basta para evitar el abismo, quizá hasta 9. Ya se sabe que el último clasificado en principio dejaría la Liga Endesa pues hay un pacto firmado con el Ourense que hace que los gallegos asciendan este verano y no el pasado, como lograron en la cancha y se abortó luego por no superar la auditoría exigida en la fecha establecida por los estatutos de la ACB. Más difícil es predecir si habrá algún ascenso más desde la LEB. El Palencia va líder y no tiene el dinero para alcanzarlo y otros tampoco, así que si no se rebaja el canon, mala pinta para ellos.
Si tradicionalmente se decía que eran necesarias 12 victorias para no bajar u 11 con un buen average, este curso todo es distinto. A falta de 12 partidos cuesta pensar que ‘Estu’ y Gipuzkoa ganen 6 y se planten en 10 tras vencer sólo 4 partidos de 22 ya disputados.
Lo curioso es que esos duelos directos van a quedar para la recta final de la temporada pues en las próximas cuatro jornadas sólo tenemos un CAI-Obradoiro y un CAI-‘Estu’. Será en las ocho últimas jornadas cuando se crucen unas cuantas veces entre ellos. Pero claro, dentro de un mes los dos últimos pueden haberse descolgados del todo y alguno de los que les preceden haber dado un salto hacia arriba que les sitúe con 9 ó 10 victorias y ya menos preocupados.
Lo curioso esta temporada es cómo la distancia entre el octavo clasificado, último con puesto para los playoffs, el décimo, que a estas alturas de curso mira tanto hacia arriba como hacia abajo, y los puestos de descenso se ha agrandado. Señal de poca competitividad en varios clubs. Ahora mismo el octavo tiene 11 triunfos por 10 el décimo clasificado y sólo cuatro los dos últimos. Para la octava plaza suelen hacer falta 17 victorias y como los últimos no lleguen a 10, pues la diferencia será enorme entre ellos, algo inusual en esta liga.
El año pasado, 11 y 10 también el octavo y el décimo clasificados por cinco los dos últimos de la tabla. Eran las mismas cifras hace tres temporadas. Hace cuatro, el octavo tenía 12 victorias, por 10 del décimo y apenas 6, 4 y 4 los tres últimos clasificados.
Hace 5 campañas, 11 triunfos el octavo, 10 también el décimo pero con 6 y 5 los últimos dos clasificados. Hace siete años sólo había a estas alturas tres victorias de diferencia entre el noveo y penúltimo, es decir, ocho equipos en un pañuelo.
Un ejemplo más de cómo los presupuestos más altos de hace una década lo cambiaban todo en una liga tremendamente igualada: el Real Madrid era octavo con 11 victorias y los cuatro últimos tenían 7.
