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Fernando Martín siempre en el recuerdo: se cumplen ya 25 años de su trágica muerte

Hace treinta y cinco años debutó Fernando Martín en la máxima categoría con la camiseta del Estudiantes. Y hoy se cumplen veinticinco de su muerte en un terrible accidente de tráfico, un trágico domingo de jornada liguera donde la noticia de su muerte hacia las 3 de la tarde sobresaltó al deporte español. Fernando era un icono del mismo y el eco que tuvo su muerte dentro y fuera del país fue enorme. En ese accidente quedaba trágicamente herido el conductor de otro vehículo, Ricardo. Es inevitable recordar cada 3 de diciembre esta historia…

En medio de esa década vivida a toda velocidad por Fernando y buscando nuevos retos quedan un sonado traspaso al Real Madrid, una medalla olímpica en Los Angeles, un intento casi suicida de hacerse un hueco en la NBA –fue el primer español en esa liga cuando sólo había allí un par de europeos y por ello alguien osado, pero su paso por Portland fue testimonial– y el regreso a España para volver a ser una estrella de enorme carisma dentro y fuera de las canchas. Incluyendo una difícil convivencia durante una temporada con alguien aún más talentoso y con aún más ego como Petrovic. Esta noche a las 22 horas por Teledeporte hay un especial dedicado a a Fernando con muy buena pinta.

Sus enfrentamientos contra el Barcelona de Norris, Solozabal, Epi, Jiménez, etc son parte ya de la leyenda del basket español. Norris, ahora entrenador en Sevilla, ha contado muchas veces que «era muy difícil pararle y se cabreaba mucho cuando yo le chocaba, usaba mis manos, hasta le pellizcaba por la espalda sin que los árbitros se dieran cuenta. Los aficionados iban al baloncesto para ver esas peleas. Había una lucha bajo el aro brutal, contra Fernando, Sabonis, Corny Thompson… Antes se permitía más contactos en la zona que ahora».

Me gusta recordar la historia de Fernando por su comienzo porque fue un hombre tan brillante en su faceta deportiva que hasta sus inicios son de leyenda. Empezando por su llegada al Madrid. El fallecido jugador se inició en el Estudiantes. Fue el club colegial el que se fijó en él cuando tenía 15 años y jugaba en el colegio San José. No sabía apenas jugar a baloncesto por aquel entonces y había destacado en la natación y el balonmano.

El Atlético deMadrid de balonmano apostaba por él para su equipo a través del conocido técnico, ex seleccionador nacional y luego presidente de la Federación Juan de Dios Román, pero se fue al ‘Estu’.

En el Magariños estaba ya Pepu Hernández, que era técnico en categorías inferiores y me contó en su día que «se notaba que era un talento especial. Apenas había jugado a baloncesto y aprendía rapidísimo. Debutó con el primer equipo con 17 años y al año siguiente era el pívot titular y hacía 20 puntos sin problemas”.

Fernando hizo 27 puntos en la primera jornada de la temporada 79-80 y su tope fueron 31. Acabó como el décimo máximo anotador del campeonato y se fue al Europeo Junior, donde fue el mejor en anotación.

El Joventut le firmó un precontrato, pero el Real Madrid puso 12 millones y se llevó al pívot porque el ‘Estu’ estaba en una dificilísima situación económica y necesitaba ese dinero. Todo se acordó en una cafetería cercana al Bernabeu. Cuatro Ligas y tres Copas ganó con el equipo blanco, también títulos europeos, varias medallas con la selección y sólo le faltó la Copa de Europa pues llegaron a la final en 1985 y la perdieron.

Un ex compañero, Quique Villalobos fue de los últimos en verle el fatídico día del accidente: “Pasé esa mañana con él porque estábamos lesionados y entrenamos juntos. Al no jugar podíamos llegar una hora antes al partido. Yo iba en mi coche y en la radio se decía que un jugador del Madrid había tenido un accidente. No me lo podía creer y cuando llegué al pabellón y me vieron entrar, claro, faltábamos él y yo, así que todos supieron que había sido Fernando”.

El mismo día del funeral, martes, tocaba jugar un partido de la Copa Saporta y Villalobos rememora que “fue tremendo jugar con tanta emoción en el ambiente, con su camiseta del 10 en una silla en el banquillo. Ganamos tras una gran remontada y me acuerdo de Michael Anderson llorando en el vestuario tras tres días aguantando todo”.

Lolo Sainz fue su técnico muchos años. Rememorando historias y anécdotas de Fernando hace un par de años, el ex entrenador siempre destacaba el impacto que tuvo el pívot en cada nuevo reto que vivía: “Le fichamos del Estudiantes porque había hecho con 19 años una temporada grandiosa. Nada más llegar nos fuimos a Brasil a jugar el Mundialito de clubs y en su primer partido con nosotros hizo 50 puntos”. Es un partido, una viaje y un torneo que Lolo siempre resalta cuando habla del fallecido ex jugador.

El también ex seleccionador me contaba que vivió encontronazos y discusiones con él porque “Fernando era testarudo y muy exigente consigo mismo, con el entrenador y con los compañeros para ganar y mejorar. Pero también jovial y fácil de llevar cuando se le conocía. Hacía pareja al mus con Corbalán y siempre ganaban lo que nos mosqueaba un poco, pero bueno, Fernando ganaba y eso le hacía feliz”, me contaba Lolo de las señas que seguro que se hacía con el base en esos viajes y muchas veces tediosas concentraciones.

Echando la vista atrás, Lolo Sainz me señaló que “Fernando se fue a la NBA para probarse con los mejores, por testarudez, aunque perdiera dinero respecto a seguir en el Real Madrid, pero él era así de competitivo y de asumir retos”.

A continuación, os mostramos un vídeo elaborado por nuestro redactor Francisco de Haro para el programa de televisión Veo Marca en el año 2009, cuando se cumplió el entonces vigésimo aniversario de la pérdida de Fernando Martín:

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