
Simplemente, los clubs ACB exigieron su marcha al estar en total desacuerdo con sus últimas gestiones y, más en general, con su labor de los últimos años. Fue en una reunión y una cena el lunes a la que asistieron sólo representantes de 10 clubs y 3 más delegaron el voto en los presentes, pero estaban al tanto de lo que iba a pasar los cinco ausentes. Cuatro de ellos han contado a ‘encestando.es’ cómo se desarrolló todo.
Pero la cosa no queda ahí, como dice un presidente ACB, «a buen entendedor, pocas palabras hacen falta» y Eduardo Portela es el siguiente. Sabe que su largo mandato de casi 30 años al frente de la ACB toca a su fin y que debe marcharse en los próximos meses para dejar el puesto a una nueva cúpula dirigente propuesta, elegida y ratificada por los clubs. Como máximo, Portela quedará como presidente honorífico en atención a que, justo es decirlo, lo hizo bien durante muchos años años aunque muy mal en el presente siglo XXI.
Lo que escucharon Senespleda y Portela de boca de los 10 asistentes y de los tres clubs que delegaron en ellos fue de todo menos bonito. A los clubs les preocupa todo, lo primero el capítulo económico, con una crisis brutal que ha arrasado la ACB y tiene a la mitad de la liga con déficits, sin patrocinador, con ingresos decrecientes y en consecuencia, a unos en concurso de acreedores, a otros dos, preparándolo, a otros dos, con esa opción sobre la mesa para el verano y a los jugadores, sin cobrar.
Pero les preocupa también tema televisivo y de ridículas audiencias, el asunto de los cupos, el de la Euroliga, el del sistema de competición… Todo está patas arriba puesto que lo de los últimos años no sirve dado que el negocio no funciona y no tiene visos de mejorar salvo para Real Madrid y Barcelona, por el fútbol, y el Baskonia y el Bilbao, por el fortísimo apoyo económico institucional.
Senespleda luego propuso cambiar el sistema de competición proponiendo algo tan tonto que quedó en un papel sobre la mesa y nadie avanzó por ese camino. Dos meses después, la ACB no había actuado en ningún capítulo de los tratados en aquella reunión secreta y los clubs tienen que enterarse por los medios de comunicación que Senespleda ha negociado con la Euroliga sin contar con ellos previamente, como también adelantó esta web hace diez días.
Y lo que le propuso la Euroliga era tan absurdo como que el campeón ACB iría invitado a la Euroliga si no tenía licencia A si ganaba a otro club sin esa licencia. Si no, tendría que esperar al resto de competiciones y países. Esto terminó de cabrear a unos clubs y a otros les hizo entender que con este director general no se podía seguir.
Hay que hacer cambios ya en la ACB y en su estructura para que sean aprobados en la asamblea de julio y estén en marcha la próxima temporada y Senespleda y Portela ni actúan con rapidez ni con la capacidad que los clubs, que son los dueños de la ACB aunque no ejerzan como tales, exigen en estos momentos.
Senespleda vio en esta última reunión que toda su labor era cuestionada y criticada y presentó una dimisión forzada y aceptada de inmediato por Portela.
