Desde que hace unos meses el actual consejo de administración del Estudiantes anunciara que pondría sus cargos a disposición de los accionistas, se esperaban movimientos que llevaran a un cambio de responsables en la gestión del club colegial. El primer nombre en saltar a la palestra es el de Javier Tejedor, que ya fuera presidente unos meses en el 2008.
Sin embargo, algunos consejeros y patronos de la Fundación colegial no quieren dejarle que coja de nuevo las riendas de la Sociedad Anónima Deportiva, la SAD que soporta al equipo ACB. No sólo han arruinado al club y lo han descendido dos veces sino que encima quieren atrincherarse en el poder. Fernando Bermúdez, otro ex presidente, llamado a consultas como Tejedor por el actual presidente, Fernando Galindo, les dijo que deberían irse a la vista de su pésima gestión.
Tejedor lleva en su equipo a varias personas del entorno estudiantil y el ex jugador Iñaki de Miguel sería su mano derecha y responsable del área deportiva. Ambos anunciaron ayer que intentarán acceder a la presidencia del histórico equipo madrileño tanto si continúa en la Liga Endesa como si desciende finalmente a la LEB. El descenso en la pista llegó el pasado mes, pero en unos días puede recuperar su sitio en la máxima categoría en caso de que no asciendan el Melilla o el Ourense, algo muy posible vistos sus grandes problemas para cumplir los requisitos que exige la ACB para inscribirles.
Asimismo, todo este proceso de cambio de directiva puede darse en unas semanas mientras el equipo ACB se juega su inscripción en caso de superar una auditoría que se espera complicada por la importante deuda con Hacienda y parte de la plantilla.
Sin la neutralidad de ambos, el proceso de elección estaría viciado de base pues la Fundación la preside también Galindo y el club, gente que le apoya. Hasta ahora Galindo había prometido neutralidad, queda que se confirme. Pero Bufalá y otros no lo aceptan.
En cuanto a la auditoría, el ‘Estu’ realiza estos días un pago de alrededor de un millón de euros a Hacienda, su principal acreedor, y negocia un aplazamiento -uno más en la última década- sobre otras cantidades. Es un aplazamiento clave que de no concederse haría imposible superar la auditoría pues se exige no tener deudas con la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.
Asimismo, se exige no tener deudas con la plantilla reclamadas por los jugadores. El club sabe que algunos van a reclamar, pero quiere que lo hagan a partir del 15 de julio, con la auditoría de la ACB cerrada a 30 de junio. A 31 de mayo se debía el 40 por ciento de su salario a jugadores como Salgado, Bircevic, Jaime Fernández o Nacho Martín, además de otros complementos que tienen como el alquiler de sus pisos. Una mentira más de Galindo, que dijo públicamente varias veces hace unos días en rueda de prensa y entrevistas que estaban prácticamente al día con todos.
Ante la imposibilidad de pagar a los jugadores, se les quiere ofrecer pagarés a cobrar dentro de seis meses. Ya se hizo el pasado verano con algunos de ellos cuando, igualmente, se les debía multitud de meses. Pero entonces casi todos tenían contrato y era fácil aceptarlos. Ahora sólo lo tiene Jaime para la próxima temporada…