Mes y medio después de la eliminación de España contra Francia en la Copa del Mundo y tres semanas después de la histórica plata mundialista de la selección femenina, José Luis Sáez nos ha concedido una entrevista para hablar de todo lo acontecido y de los planes inmediatos. El trabajo no acaba con los torneos para la Federación Española y para su presidente. Hay nuevos retos que afrontar, patrocinadores con los que se está conversando como Endesa -que va a renovar su vinculación con la FEB-, en noviembre han de entregar a la FIBA el dossier para optar a organizar el Mundial femenino de 2018, hay que nombrar un sustituto de Juanan Orenga…
Son muchos temas a abordar. Por eso hemos dividido la entrevista en dos partes. Esta es la primera, centrada en lo más mediático, la selección masculina. En la segunda abordaremos el resto de cuestiones.
Tras la eliminación de España anunció un periodo de reflexión. ¿Cómo ha vivido estos días y cómo se encuentra tras ese varapalo y la alegría luego de la medalla femenina?
La verdad es que no he parado casi porque la preparación del torneo, el bureau de la FIBA en Sevilla, la competición, luego estuve con la selección femenina desde el primer día en el Mundial de Turquía, luego pendiende de cómo empiezan nuestras ligas… Es un periodo muy intenso y donde el trabajo ha sido intenso. Hago mis análisis con calma y ahora vamos a cerrar el balance de todo un curso de torneos de selecciones que empiezan con las categorías inferiores y acaba con las absolutas. Nuestro deber como Federación es estar atento a todas y hacer ahora el balance.
¿Se van a dar un tiempo antes de elegir al nuevo seleccionador? ¿La norma que impide a un entrenador de club dirigir también a la selección condiciona este proceso?
¿Confía en que haya un acuerdo y la ACB derogue esa norma, como pide la Asociación de Entrenadores y han solicitado técnicos tan relevantes como Xavi Pascual y Pablo Laso?
Es que es una norma que no aporta nada, sinceramente lo veo así. Es que sin adoptarla un club ya podría tener a su entrenador atado. Si le pide exclusividad y así lo acuerdan en función de su trabajo para ese club también en verano, yo lo acepto y ese nombre no me lo planteo. Pero que por sistema ninguno pueda estar ni con las selecciones inferiores…
Es una norma que no existe en otros países, sólo aquí. Para elegir al nuevo seleccionador tenemos que partir de este contexto, porque mientras exista esa norma ni siquiera tiene mucho sentido tener contacto con un entrenador que ya dirija un club. Confío en que todo el mundo implicado reflexione en que hay cambios que a todos nos pueden beneficiar y hacer crecer como deporte.
Todo ello con un Eurobasket en el horizonte del próximo verano que encima es un torneo clasificatorio para los Juegos Olímpicos del 2016. Sólo los dos finalistas obtienen el billete para Río. Los cuatro siguientes clasificados, entran en el torneo preolímpico a disputar en julio. Quien llegue al banquillo tiene un reto mayúsculo por delante y más si faltara alguna de nuestras estrellas.
Va a ser un torneo complicado, difícil, con un altísimo nivel de exigencia. Pero ya los hemos vivido antes y saliero bien. Pero ahora salimos de una Copa del Mundo que ha sido igual de exigente y dura y los jugadores te dicen, y yo comparto, que hay que dejarla atrás y centrarte en tu club. Ya miraremos a ese Europeo más adelante. Yo sé que ellos quieren estar en Río, es el objetivo nuestro como Federación y la ilusión de ellos.
A buen entendedor entonces… Pocas ausencias se prevén entonces de jugadores pese a la rumorología.
Estoy convencido de que todos quieren disputar otros Juegos y que no quieren que el sabor de boca que dejen los más mayores de esta selección sea el Mundial y no estar clasificados para unos Juegos. Luego puede haber circunstancias como lesiones que influyan, pero si no estoy convencido de su compromiso porque siempre lo han tenido.
¿Cómo está Orenga?
Con Juan mantengo una comunicación y le he dicho que hay que alejarse un poco del foco para reflexionar mejor y verlo todo con más perspectiva. Con él quiero hablar ya no del pasado sino del futuro, de nuevos proyectos y retos donde creo que él puede seguir ayudándonos. Es joven y es alguien valioso para la Federación. La cercanía a esa eliminación distorsionaba todo. Tuvimos un resultado deportivo que no queríamos ninguno y que está claro que ya no se puede tocar. Sigo pensando que si mañana jugáramos de nuevo contra Francia, la ganaríamos sin duda alguna con Orenga y sin Orenga.
A usted y a él les tocó leer cosas muy duras esas semanas después de la eliminación, hasta que le forzaron a dimitir y que apostar por alguien con tan poca experiencia fue un error personal suyo. A Sáez algunos le estaban esperando…
Bueno, eso no me asusta. Igual que no me vanaglorio de los éxitos, tampoco me vengo abajo cuando las cosas salen mal aunque me afecten mucho. Teníamos de seleccionador a alguien de la experiencia de Sergio Scariolo y muchos le criticaban igual pese a tres grandes medallas en cuatro años al frente de la selección. Con eso hay que saber convivir. No me escondo y asumo mi responsabilidad aunque alguno cuando teníamos éxitos ni me citara y ahora me carguen a mí la decepción de esta eliminación. Entiendo las críticas y las asumo aunque a todas no las vea el mismo fundamento. Cuando llevas un tiempo en un cargo sabes que tienes que tomar decisiones y que no siempre aciertas.
Cuarenta días después de esa dolorosa derrota en cuartos de final, ¿tiene claro que fue un simple mal día de un equipo fantástico o hubo más cosas?
La organización de la Copa del Mundo recibió elogios, las audiencias globales en todos los países han sido buenas… ¿Ha acabado la FIBA contenta y tienen ya datos que confirmen la previsión de ingresos y de retorno económico del torneo que se hizo en su día?
Estamos cerrando balances y pronto tendremos todos los datos completos. A nivel de organización y de aforo medio por partido, la satisfacción es plena porque fueron más de 8.000 espectadores de media y un 80 por ciento de aforo medio completado en un torneo donde cuatro de las sedes eran pabellones enormes de más de 10.000 personas, algo que nunca se había hecho en un Mundial. Las audiencias de TV han sido buenas, hemos incorporado a países nuevos a un evento de estas características y la presencia de aficionados de distintos países la ha podido ver todo el mundo. Estoy muy contento por esas evaluaciones y los datos económicos estarán en noviembre, pero soy optimista con ellos.
