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En Turquía las estrellas tributan un 15% y en Rusia, un 13%: en España, el 52% y ya sólo Madrid y Barça las fichan (1ª parte)

Ver cuántos impuestos paga un jugador país a país en Europa, hablando de las principales ligas, es como poco llamativo. Pero esta es una de las razones que han hecho perder empuje a la ACB y que se vayan muchos jugadores y cueste tanto traerlos ahora mismo de otras ligas, no sólo porque la fama de mal pagadores de media docena de clubs.

De ser desde mediados de los noventa la mejor liga de Europa a perder esa clara ventaja en los tres últimos veranos. La crisis empezó a hacer mella, se suprimió la ‘ley Beckham’ y se subieron encima los impuestos, así que para un club español se ha hecho casi imposible competir con uno turco o ruso. Y cuando se trata de fichar estadounidenses, encima la liga israelí privilegia a estos jugadores sobre los europeos o sus nacionales.

En esta primera parte de nuestro informe fiscal nos vamos a centrar en dos ligas que han captado mucho talento en los dos últimos veranos aprovechando sus bajas tasas y el incremento impositivo de España.

De entrada, hay que recordar que el gobierno suprimió en el 2010 el llamado ‘régimen de impatriados’, que era la denominación oficial del régimen fiscal para artistas y deportistas de élite que trabajaran en España ganando más de 600.000 euros anuales. Se tributaba al 24% durante el año de llegada de un jugador y los 5 siguientes.

Como no tenía carácter retroactivos, los llegados a la ACB antes del 1 de enero del 2010 y que estaban en cifrar superiores a 600.000 euros pudieron seguir beneficiándose de ese régimen especial. Muy pocos jugadores en realidad.

Al suprimirse el beneficio fiscal de los impatriados, fichar a estrellas de salarios altos ha supuesto para los clubs que pueden pagarlos un aumento considerable del coste club. Ya sólo Real Madrid, Barcelona y Valencia pueden intentarlo puesto que Unicaja, Bilbao y Baskonia no pagan ya 600.000 euros o más a ningún extranjero. Sólo Zoric percibía más de esa cifra en Málaga, pero se ha ido. Como además algunas comunidades autónomas han subido los tipos impositivos del tramo superior hasta un 56 por ciento en el caso de Cataluña o un 55% en el de Andalucía, la ficha se incrementa aún más. La media en España es de un 52% para estos altos salarios.

Pagar un millón neto ahora a un extranjero en el Barça cuesta realmente más de dos millones brutos. Hace tres años, 1,3 millones redondeando. Un poco menos al Madrid y el Valencia, pero casi tanto. El club azulgrana y el blanco han traído una estrella griega cada uno de ellos, Papanikolaou y Bourousis, y su coste club actual es muy superior, lo que hace que su salario neto real sea más bajo.

Aun así, ambos clubs cuentan con la ventaja de que su potencial y atractivos son suficientes para competir con CSKA, Fenerbahce, Efes y Galatasaray… pero no siempre pueden. Madrid y Barça lo sufrieron el pasado verano cuando Ndong podía renovar con los blaugrana o irse con los blancos. Pero llegó el Galatasaray y le puso un millón neto gracias a que en Turquía se paga apenas un 15 por ciento de las ganancias… cuando un deportista de élite es extranjero porque los nacionales pagan el 35%.

Algo similar ocurre con Rusia, pero al revés y con trampa. Mientras los rusos tributan al 13% apenas -de ahí los 2 millones que cobra Kriyapa y que en la ACB serían 4 de coste club-, los deportistas extranjeros lo hacen al 30%. Pero si pasan 6 meses de una temporada en un club ruso, también sus impuestos son de un 13%. Así puede el Unics Kazan tener a Chuck Eidson o Zisis o a Planinic y Paul Davis el Khimki. El millón que cobra Davis sale mucho más barato que en España.

Hace 4-5-6 años, clubs de presupuesto mediano podían pagar figuras y Cajasol, Bilbao o Joventut lo hicieron. Ahora la crisis y los altos impuestos lo impiden.

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