No pudo ser. El Uxue Bilbao Basket quedó a un pasito de levantar la Eurocup -que hubiera supuesto su primer trofeo continental- y por tanto, de certificar un billete directo para la próxima Euroliga. Los pupilos de Fotis Katsikaris sucumbieron ante el poderoso Lokomotiv Kuban por 64-75, en un Spiroudome de Charleroi desangelado que no invita a presumir de la competición como negocio rentable.
Sin embargo, tampoco se puede decir que el conjunto vasco le perdiera la cara al choque, pero pagó muy caro su falta de acierto. No en vano, ‘los hombres de negro’ finalizaron con un mal 17 de 46 en tiros de dos y 6 de 21 en triples, que hicieron imposible su remontada.
Tras un arranque timorato (10-16), los vizcaínos elevaron su intensidad defensiva, dejaron a cero a su rival durante cuatro minutos y con Raúl López al mando dieron la vuelta al marcador para anotarse el primer cuarto (17-16), precisamente después de un triple del base catalán.
Hasta mediado el segundo acto, unos y otros se dedicaron al intercambio de canastas, hasta que Hendrix y Maric impusieron su envergadura para propiciar un parcial de 4-16 que mandó el partido al descanso con 30-38 en el marcador. Una brecha a la postre decisiva y que el cuadro ruso hizo valer hasta el final.
La casta de Mumbrú y un notable Rakovic (11 tantos, 6 rechaces) hicieron soñar al Uxue hasta la conclusión, pero los lanzamientos libres transformados por Bykov y Baron ratificaron el triunfo de los suyos.
64 – Uxue Bilbao Basket (17+13+15+19: Zisis (4), Vasileiadis (16), Mumbrú (10), Hervelle (2) y Hamilton (4) -cinco inicial-, Rakovic (11), Moerman (8), Raül López (5) y Grimau (4).
75 – Lokomotic Kuban (16+22+16+21): Calathes (10), Kalnietis (10), Jasaitis (7), Brown (11) y Maric (12) -cinco inicial-, Hendrix (14), Savrasenko (-), Bykov (7) y Baron (4).
El técnico Fotis Katsikaris, lamentó que la «suerte» no le haya «acompañado» a su equipo en la final de la Eurocup y que«canastas debajo del aro, bandejas y tiros libres fallados en momentos importantes» les habían impedido poner más oposición al Lokomotiv Kuban.
«Aparte del tema técnico, la suerte no nos ha acompañado en esas canastas debajo del aro, bandejas y tiros libres. Luego ha sido una montaña y psicológicamente muy difícil. El equipo ha luchado y ha hecho el esfuerzo, pero ellos han metido tiros importantes y esos detalles en una final son importantes», explicó el entrenador griego
«Han jugado mejor que nosotros y punto. No hay mucho más decir», reconocía Katsikaris y admitía que «el vestuario está muerto» tras la derrota.
«Aquí hay muchos jugadores que habían ganado muchas finales en su carrera y teníamos confianza en esta final», apuntó un Katsiaris que resaltó no haber «tenido suerte en los momentos importantes» del partido, un par de veces cuando su equipo se acercaba en el marcador. Una de ellas, «los dos tiros libres fallados por Kostas (Vasileiadis) antes del que llegase la mitad del choque con 30-37 en el marcador».
Por último quiso acordarse de la afición: «Hemos vivido este viaje los dos juntos, siempre la afición ha estado a nuestro lado y de corazón queremos agradecerles lo que han hecho. Estamos tristes por la derrota y ahora lo que queremos es darles una alegría y devolverles el orgullo. Hay que seguir con la cabeza alta y procurar seguir compitiendo en lo que queda de temporada»