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Unicaja ha perdido 15 de sus 32 partidos, Repesa está cuestionado y se la juega el domingo en Badalona

La temporada del Unicaja llevaba una buena línea hasta hace un mes y pico. Segundo en su grupo de la Euroliga en la primera fase con ocho triunfos en diez partidos y situado séptimo en la Liga Endesa, nada hacía presagiar la crisis actual. Son ya siete derrotas consecutivas entre liga y torneo continental. El juego es malo, la anotación, escasa, las relaciones del técnico Jasmin Repesa con varios jugadores, tirantes…

La consecuencia es que el entrenador está cuestionado y lo sabe, que el equipo malagueño se ha quedado fuera de la Copa y que el tránsito por el Top 16 de la Euroliga va a ser muy complicado. Este jueves toca visitar al CSKA y el reto de ganar en Moscú parece mayúsculo ahora mismo. Con sólo un choque ganado en esta competición tras cuatro disputados, pinta mal.

Así que el encuentro clave para el Unicaja es el del domingo frente al Fiatc Joventut. Undécimos ahora mismo en la clasificación con apenas 8 victorias en 18 jornadas, la derrota alejaría aún más la zona de playoff y encima hay tres equipos ahora mismo con 7 triunfos, así que los de Repesa podrían perder alguna posición más.

El club sostiene de momente al técnico y le ha transmitido su preocupación y confianza, primero, pero también en los últimos días que la situación del equipo no es la pertinente a tenor del presupuesto que manejan. Son 32 partidos oficiales jugados y 15 derrotas, casi el 50 por ciento.

Repesa dice que «puedo decir honestamente que después de cada entrenamiento y cada partido me pego una ducha, me cambio, me miro al espejo y me sigo viendo con las mismas ganas de trabajar para salir de esta situación».  «Es normal -añade- que en una racha negativa la gente hable del entrenador. Cambiar el entrenador es una opción, pero no la única».

El croata reconoce que «es evidente que es una gran frustración tener tantas derrotas seguidas, pero sigo teniendo confianza en poder sacar esto adelante».

Las dos derrotas de esta semana frente al Real Madrid mostraron que el Unicaja puede competir pero hasta cierto límite. Como en tantas otras derrotas previas, el equipo se desmorona en la segunda mitad, especialmente en el último cuarto. Contra el Madrid es asumible, pero es que últimamente se ha perdido en casa contra Obradoiro y Cajasol, equipos a priori muy inferiores en presupuesto y potencial.

La falta de anotación exterior hace que el ataque malagueño sea pobre porque Repesa no juega mucho para sus interiores salvo Zoric. Pero con un 30 por ciento de acierto en la Euroliga, tercer peor porcentaje del Top 16, y apenas 71 puntos de media anotados, es difícil ganar al máximo nivel. En la Liga Endesa promedian 72,4, también el tercer peor promedio anotador. Y son el cuarto peor en valoración, el segundo peor en tiros libres y el peor en triples (apenas un 31%). En las 4 últimas derrotas ligueras han metido 66 puntos de media y han encajado 81, datos demoledores.

Repesa aclara que «no quiero buscar excusas en que Perovic no pudo jugar por una lesión en su hombro ni en que Panko tuviera un golpe en la cadera. Tenemos un banquillo muy amplio con diferentes jugadores para acabar bien el partido. Es curioso, pero los últimos siete partidos los hemos perdido todos en el último cuarto: Zalgiris, Panathinaikos, los dos contra el Real Madrid… todos han resultado ser el mismo partido, Sevilla también».

La falta de un líder anotador en pista es un problema que tiene su plantilla: «El liderazgo es un don natural, no se puede enseñar ni crearlo de la nada, el jugador tiene que venir con ello, por lo que buscar un líder hoy por hoy es imposible. Tenemos que mostrar más carácter, más personalidad, sobre todo en este tipo de situaciones en las que nos rompen el partido. En la cancha siempre incurrimos en los mismos errores y tenemos los mismos problemas. Nos urge buscar soluciones para mejorar», admite Repesa.

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