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El UCAM Murcia quiere seguir haciendo historia: esta noche semifinal de la Final Four ante el AEK en Atenas

No tuvo mucha suerte a priori el UCAM Murcia. Se metió con brillantez en la Final Four de la Fiba Champions League pero en el sorteo le tocó el anfitrión, el AEK de Atenas (20.30h). En el otro cruce, el Mónaco frente al MHP Riesen alemán.

Se esperan al menos 14.000 aficionados griegos en el Oaka para animar a su equipo. El conjunto murciano tendrá que vencer al rival, a la presión y a los tejemanejes de la Fiba, que se juega su poco prestigio en el torneo. Media hora antes de celebrarse el sorteo ya había tuits mostrando cómo quedaría y acertaron. El UCAM lo sabe.

Sesenta años de mamoneo de la FIBA y nada ha cambiado. Pitar con la afición griega apretando y con el miedo a un pabellón vacío el domingo para la final si cae el AEK son cosas que preocupan a la Federación Internacional. A ver qué pasa.

Ibon Navarro, sin embargo, indica que «la presión de este equipo es la que él mismo se exige. No tenemos presión por entrar en playoff en Liga Endesa pero tenemos la ambición de hacerlo. Y en la Champions, igual. Nos hemos exigido ser siempre competitivos».

Han ido eliminando rivales y en Turquía ya tuvieron un pabellón volcado con el Pinar Karsiyaka en cuartos de final y vencieron con mucha autoridad.

El AEK tiene dos puntales en Manny Harris y Kevin Punter, dos grandes anotadores más la amenaza de un pívot que se abre a tirar de tres como Sakota. «Debemos intentar controlar el ritmo del partido, no podemos dejarles que ataquen fácil, tenemos que ser inteligentes cuando ellos abren el campo y ser capaces de leer cada momento en función de los quintetos que jueguen», señala el entrenador del UCAM.

«Todo el equipo está muy ilusionado y con muchas ganas, pues llevamos mucho tiempo esperando esto en un año muy duro hasta ahora y estamos en el mejor momento», explica Benite. «No tenemos que pensar en el ambiente, pues la afición no entra en la pista y no juega al baloncesto, y debemos centrarnos en hacer lo nuestro», añade el escolta. «La FIBA puede tener el interés que sea, pero el AEK debe jugar mejor que nosotros para ganarnos. Es mi pensamiento y no entro en la pista pensando que el arbitraje nos va a perjudicar. Si somos mejores seguramente estaremos en la final», concluye.

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