El Joventut-Madrid fue durante sesenta años el gran clásico de la liga española, desde finales de los 50 hasta hace tres o cuatro años. La vieja Penya se muere atrapada en una grave crisis económica, pocos canteranos de calidad para retener, pésimos fichajes, mucha rotación cada verano en la plantilla y, ahora, un Diego Ocampo que no termina de transmitir mucha seguridad. Su equipo es muy endeble y últimamente, mucho más. Los blancos se impusieron sin sudar por 66-84 y con un 4 de 12 en tiros libres. Un auténtico paseo como en muchas de sus últimas visitas a Badalona.
El partido comenzó con un 4-24 en el minuto 8 y eso mató al Joventut y el partido. Si los verdinegros ya llegaban en mala racha de resultados y con malas sensaciones, ese inicio les dejó KO.
Sin apretar gran cosa, los blancos tenían el partido en la mano en el primer cuarto. El rival no defendía nada y cuando empezó a hacerlo, al menos evitó una mayor sangría. 26-39 al descanso y en el arranque de la segunda parte se acercaron a un 33-41.
Yusta primero, Thompkins, Campazzo y Doncic dijeron ‘hasta aquí’ y un 38-60 en el marcador tres minutos después. El 43-68 fue la máxima renta, nueva relajación madridista y un 54-71 en el minuto 35. Pero la cómoda victoria de los de Laso no peligró nunca pues dos triples de Rudy elevaron nuevamente la renta. 18 puntos y 4 rebotes de Yusta, el mejor, y luego otros ocho jugadores haciendo entre 6 y 11 puntos y pocos minutos tuvieron Doncic y Reyes para descansar. Carroll ni jugó.
66 – Joventut (6+20+17+23): Wayns (22), Vidal (5), López-Arostegui (-), Kulvietis (7), Jordan (13) -cinco inicial-, Birgander (-), Gielo (4), Richard (6), Dimitrijevic (4) y Ventura (5).
84 – Real Madrid (26+13+29+16): Campazzo (8), Causeur (10), Yusta (18), Thompkins (11), Tavares (8) -cinco inicial-, Doncic (7), Rudy (6), Reyes (8), Maciulis (-), Taylor (-), Randle (6) y Radoncic (2).

