El Real Madrid borra la paliza con un valioso triunfo para robar el factor cancha (82-89); 2-0 del CSKA

El deporte tiene estas cosas: de la humillante paliza del martes a ganar el jueves con una gran segunda parte y magnífica imagen. El Real Madrid se impuso en Atenas con trabajo al principio y brillantez luego. Serie empatada a uno pero los dos próximos partidos son ahora en cancha blanca. El 24-43 en rebotes fue decisivo.

Al descanso un 40-36 y al final del tercer periodo un 61-68. Así que ahí estuvo la primera clave del encuentro. El Madrid llegó vivo al ecuador del choque jugando mal y con un 6 de 22 en tiros de dos. Pero supo forzar personales y tuvo un 15 de 20 en tiros libres. Las 8 pérdidas al descanso eran 9 en el minuto 30.

Además, seis triples en ese tercer cuarto para ponerse por delante y coger las primeras ventajas. Uno de Thompkins dio esa máxima renta de 61-68 pero es necesario citar el gran papel bajo los aros de Reyes y con dos aciertos de tres, que llevaba 18 puntos en 14 minutos jugados antes del periodo final.

Fueron minutos intensos y sin dueño (70-71, min. 34). Se veía bien al Madrid, pero el duelo estaba abierto. Los de Laso se fueron a un 72-78, a un 78-83. Los de Xavi Pascual fallaban mucho lo mismo por precipitación que por falta de puntería que por el buen trabajo del Madrid. Doncic metió dos tiros libres a falta de 59 segundos para el 80-86 y la victoria no se escapó.

El CSKA, por su parte, ya está 2-0 tras otro apretado triunfo (89-84) frente a un Khimki que tuvo pequeñas ventajas hasta el minuto 25 y fue superado en el último periodo. Gran partido del Chacho otra vez.