El problema del Barça no es de nombres sino de indefinición: un proyecto sólido nace de una estructura de sección creíble

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El próximo lunes el nuevo presidente del Barcelona llegará a su despacho tras las celebraciones del domingo y se pondrá a trabajar en cosas del fútbol, en su nuevo equipo directivo, en el sponsor de la camiseta, que si Qatar, que si una empresa asiática… Pero también tendrá entre sus asuntos urgentes dedicar un rato a la sección del club azulgrana más importante, el baloncesto. No puedes dejar un presupuesto de 28 millones en la misma abandonado. Si ganara Laporta en las urnas, los cambios en la sección serían enormes. Pero todo indica que repetirá presidencia Bartomeu. Como en su día estuvo precisamente en la sección y en los últimos meses ha constatado los problemas de la misma, cabe pensar que se va a arremangar y a preocuparse por ella.

Lo que le pasa al Barça de basket los últimos años no es casual. Ni los errores en los fichajes, ni que se te escapen jugadores que has querido y han acabado en otros equipos que son tus máximos rivales -la herida de Spanoulis aún sangra-, ni la pésima gestión del ‘cayo Ayón’ el pasado septiembre, ni la horrible con Hezonja, al que ni se ha sabido dar un rol ni retener un par de años. Navarro se cae a pedazos, lo ve todo el mundo, pero nadie hizo ver al croata que podía coger su rol ofensivo e intentar ganar una Euroliga antes de irse. Saric sí los va a cumplir en el Efes y Mirotic los tuvo en el Real Madrid antes de emigrar.

Tampoco ayuda el hermetismo de sus directivos ni que por la sección pululen distintas personas opinando e influyendo y que el director deportivo, Joan Creus, sea tan gris, dubitativo y receloso. Está siempre más preocupado de que no se sepa qué fichaje busca que en ejecutarlo. Otros fichan en diciembre, febrero, marzo, abril mientras en el Barcelona esto rara vez sucede.

Qué decir del equipo filial y del junior, un fracaso absoluto estos tres últimos años, superado por Joventut primero y Real Madrid después. Sólo Hezonja parece llamado a triunfar y ha volado sin apenas dejar poso. El pasado martes Luis Enrique criticó abiertamente lo sucedido en el Barça B de fútbol, ay si Xavi Pascual hubiera dicho lo mismo estos años de esos chavales… Se ficharon africanos, suecos, balcánicos, todos iban a ser estrellas: Eriksson, Sulejmanovic, Peno…

Ninguno ha funcionado y son pasado ya la mayoría… por no hablar más del pésimo trabajo de Ardevol en contratación y formación y las extrañas alianzas con una agencia de representación que le es muy afín a él y a Creus.

Creus no se ve fuerte desde hace año y medio y está claramente desgastado, interna y externamente. Al pasar los meses y ver que no le renovaban, pues ha estado incómodo. Mientras los principales equipos de Europa se reforzaban en mayo con nombres rutilantes, el Barça llega a finales de julio sin dos titulares clave, un base de primer nivel y un alero o ala-pívot. Xavi Pascual ya habló de Tyresse Rice en abril, no ahora. Si quieres ficharle hay que trabajarse al agente, al jugador y al Khimki durante un tiempo, no vale con llamar por teléfono y preguntar si lo venden.

Además, la gestión de los cupos y renovaciones es cuestionable porque todos van en la misma posición: Ribas, Navarro, Oleson y Abrines. Nulo atleticismo en el perímetro se llama eso. Ahora Deshawn Thomas se puede ir a la NBA al no estar renovado. Todorovic no ha aceptado ninguna propuesta del Barça y se va gratis al Khimki, no al Nymburk checo.

Cuando todo esto se corrija, haya un responsable de la sección claro, definido, transparente y capaz y una estructura deportiva convincente por arriba y en la cantera, el proyecto del Barcelona surgirá poco a poco con raíces firmes.

Lo demás es parchear con nombres: si no llegan Rice o Calathes, pues Delaney o el que sea. Que hace falta un tirador de 7 metros porque Hezonja se va, pues al Baskonia una vez más, que tienen a Bertans, para qué buscar tú uno y arriesgar. Que Pleiss no me vale, pues que alguien explique por qué se ha pagado una millonada en traspaso y salario hace doce meses para contratarlo.

Así que mientras todo sea ponerle nombres más o menos rutilantes a la plantilla sin definir antes qué club quieres ser y qué linea de juego adoptar pues cada verano habrá un baile de cinco-seis-siete bajas y fichajes. Si te salen bien, compites, si mezclan mal, como este último año, pues a fracasar.

GlobalSun

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