La eliminación en la Euroliga del Panathinaikos no gustó a su dueño, que contrató a un autobús para traer a la plantilla desde Estambul a Atenas, 1.100 kilómetros. Varios jugadores se lo tomaron como una humillación y se pagaron vuelos de regreso, Fotsis, Gabriel, Mike James y Singleton.
Dimitris Giannakopoulos, dueño y presidente del club, amenazó con despedirlos, argumentando además poca profesionalidad pues en medios afines se les achacó que salían por la noche. Todo ello en medio de meses de retrasos en el pago de los salarios a entrenador y plantilla.
Xavi Pascual dijo entonces al dueño que dimitiría. El entrenador, fichado en noviembre, remontó el vuelo del equipo y logró el título de Copa. Aceptó volver en autobús pero a regañadientes. Y no aceptaba que se despidiera a jugadores sin su consentimiento.
Al final habrá multa a los jugadores, no ha trascendido si a todos o sólo a los cuatro ‘rebeldes’. Ahora queda ver si este incendio está apagado o quedan rescoldos pues deben pelear por el título de Liga en el campeonato heleno.
