Desgraciadamente, lo que ahora es felicidad en el Palencia Basket y entre sus aficionados, seguramente sean luego penas los tres próximos meses. El club palentino logró anoche el ascenso directo desde la LEB a la Liga Endesa. Se disputaba la penúltima jornada, aventajaban en dos triunfos al Melilla, al que visitan en la última. Por tanto, ganar al Ourense significaba asegurar el primer puesto. Y lo lograron. Un liderato que vale el ascenso a la máxima categoría.
Pero ahora llega lo de todos los años por estas fechas de abril: ver si el equipo campeón de la LEB puede reunir los 7 millones que entre unas cosas y otras vale ser inscrito por la ACB. El famoso canon de ascenso de 3 millones más IVA, el fondo de ascensos y descensos, otros dos millones, más otra serie de gastos.
A ello hay que unirle luego un presupuesto de al menos un millón y pico de euros para la plantilla, cuerpo técnico, viajes, etc.
Sólo el Andorra ha puesto este dineral en los últimos años y muchos clubs han vivido con frustración el hecho de ascender y no poder dar el salto de categoría. Y cada verano la polémica ha sido creciente por este asunto, hasta el punto de intervenir el Consejo Superior de Deportes y el ministro de Educación y Deporte, ambos criticando las cifras exigidas desde hace dos décadas para consumar el ascenso.
El presidente del Palencia Basket, Guillermo Ibáñez, ha dicho estas semanas que “no hay forma de conseguir casi 6 millones de euros para estar en la ACB», declaró en Tirando a Fallar. Además, añadía que «adía de hoy, con las condiciones actuales, creo que es inviable jugar en la ACB, hay que tener los pies en el suelo. Los cánones que piden no están hechos para nosotros. Que haya que poner hasta 5 veces nuestro presupuesto choca con la realidad actual del baloncesto español. Si se mantienen las condiciones, el tema es inviable».
Además, el ayuntamiento de la ciudad anunció ayer que ha aprobado un presupuesto de 3 millones para iniciar lo antes posible unas obras en el pabellón Marta Domínguez, donde juega el equipo. La ACB exige un aforo mínimo de 5.000 personas y se quiere ampliar la instalación para cumplir este requisito.
