Tras dos buenas campañas Aíto García Reneses decidió el pasado marzo abandonar el banquillo del Gran Canaria. Lo comunicó a muy pocas personas y no se supo hasta acabada la temporada. Tocaba pues hacer un nuevo equipo pues estaba cantada la salida de algunos jugadores que habían destacado mucho. Asimismo, Newley optó por regresar a Australia y no renovó. Así que con todo ello es obligado hablar de un nuevo ‘Granca’ pues es muy diferente al anterior.
Cuatro fichajes en la plantilla y un entrenador que llega por Aíto y trae una filosofía muy diferente son motivos también para ello. Luis Casimiro se pone al frente del equipo amarillo. Su talento y larga experiencia, le hacen sacar siempre provecho de sus plantillas. Y da la sensación de que la que le han puesto le viene como anillo al dedo. Tiene dos bases veteranos y contrastados para llevar el ritmo del equipo en función de lo que interese, pívots que juegan bajo el aro, muchos triplistas en distintas posiciones…
Del pasado curso siguen jugadores fundamentales como Olíver y Báez y otros como Salin y Rabaseda más un Pablo Aguilar que debe explotar de forma definitiva. A ver si acaban sus problemas de lesiones. Asimismo, se renovó a Kuric, muy querido por la afición y el vestuario. Se fueron Omic al Efes, Seeley, al Maccabi y Pangos, al Zalgiris, más Newley.
El siguiente refuerzo fue seguramente igual de inesperado, el pívot croata Planinic. Se sabía que es bastante mejor jugador de lo mostrado el pasado curso en el Baskonia. Pero precisamente por jugar allí poco no era previsible que un equipo de Eurocup que aspira a acercarse a sus predecesores apostara por él.
Pero en esta pretemporada y antes en los Juegos con su selección, Planinic ha demostrado su poderío al rebote y habilidad para anotar cerca del aro sin ser una torre. El cúmulo de sorpresas siguió con Hendrix, igualmente rebotado del Unicaja y antes del Maccabi. Un pívot veterano con unas rodillas que dejan dudas, pero en el que creen ciegamente en el club canario.
Por último, otro fichaje llamativo e inesperado para hacer pareja con el gran Olíver: Bo McCalebb. Un jugador bastante más joven de lo que pueda pensarse (31 años) pero al que ha una lesión hace dos años mermó mucho. Dicen que ya no tiene las piernas de antaño, aquellas con las que se iba de cualquier defensor, con las que penetraba hasta el aro sin miedo alguno pese a su escaso 1,80 sin zapatillas.
Sin la exigencia de la Euroliga, tras un verano sin selección, McCalebb de momento brilla en pretemporada. Si se acerca al 85 por ciento de lo que era hace 4 años, pues destacará. Si no, pues será Olíver quien lleve el peso del equipo.
Después de jugar la final de la Eurocup hace dos años y la de la Copa del Rey hace siete meses, se espera de este ‘Granca’ que siga acercándose a los equipos de Euroliga. Ese es el reto para club, plantilla y entrenador.
