La negociación que va a realizar la ACB con la Comisión de la Competencia, con la mediación del CSD, en los próximos días -que te adelantamos aquí ayer- va a servir para acabar con una polémica que arrastramos desde hace siete años: el canon de ascenso y la imposibilidad de dar el salto desde la LEB a la Liga Endesa.
Los dos requisitos económicos fundamentales para poder ser inscritos los nuevos clubs que nunca habían estado en la ACB (Tizona Burgos, Miraflores Burgos, Andorra, Palencia o Melilla, incluso el CB Canarias pues en los años ochenta no había canon) suponían unos seis millones de euros con la actualización anual que sufrían.
El canon que empezó en 2,4 millones más IVA y estaba ya en 3 millones más IVA. Una cifra que no se recuperaba e iba a las arcas de la ACB. El Fondo de Regularización de Ascensos y Descensos (FRAD) está ahora en 1,9 millones, pero sí se recupera. Es decir, al bajar se cobraba con el Fondo que ponía otro equipo al ascender.
Por tanto, un club que subía desde la LEB abonaba 6 millones en cifras redondas sólo para ser inscrito, cuota participativa aparte, avales aparte y presupuesto para la temporada, aparte. Es decir, como poco subir en mayo suponía pensar en tener 9 millones para gastar en julio.
Algo imposible en los últimos años aunque sí lo abonaron en los primeros años de este siglo Zaragoza, Bilbao Basket y Gipuzkoa Basket y, luego, el Andorra con el Principado poniendo casi todo el dinero. Los clubs que ya habían estado en la ACB lo que pagaban es la actualización del canon: la cifra de su año ascenso actualizada al IPC de los años transcurridos fuera de la máxima categoría. Lo hizo el Murcia por ejemplo o el Manresa. Eran los 900.000 euros más o menos que debía pagar en el 2015 el Ourense cuando todo aquel infausto jaleo.
Además, como el Fondo de Descensos se recupera, muchos equipos presentaban en sus balances económicos anuales al ser auditados esos 1,5 ó 1,8 millones abonados en su día como un activo. Así evitaban la quiebra técnica.
Si Competencia ordenaba quitarlo, se dejaba en quiebra a ocho clubs ACB. Por eso la Asociación no podía tolerar estos meses la abolición total y ha logrado ahora convencer al CSD de que se puede rebajar algo pero no suprimir para no dejar en pésima situación a ocho de sus asociados.
Así que para no dañar mucho su balance, este Fondo se rebajará poco estos días en la negociación con Competencia. Es en la cifra del canon donde habrá un gran recorte, los clubs consultados indican que seguramente no supere los 500.000 euros con lo que si el Fondo se queda en 1,3 ó 1,4 millones, el ascenso pasará a costar menos de 2 millones.
Una cifra que ya sería asumible para el Miraflores Burgos este mes y el próximo verano para los que suban. José Ramón Lete, presidente del CSD, ha dicho hoy que «vamos a poder salvar la competición nacional teniendo en cuenta que los ascensos y los descensos están garantizados. Estamos ante una gran oportunidad de darle sostenibilidad al baloncesto, pero hay que ceder todos un poquito».

