Después de dos temporadas viendo en todos y cada uno de los partidos 4-5 de esas personales que se mal llaman faltas tácticas, parece que esta temporada la ACB quiere abortar esa tendencia a cortar el juego de forma flagrante. Las instrucciones a los colegiados son estrictas tras la reunión que han tenido con su departamento técnico. Ahora es un ex colegiado quien les dirige, Paco Monjas, tras la destitución de Alberto García Chapuli.
De entrada, se les avisa directamente de que «en el reglamento no existen las faltas tácticas». Por tanto, se sancionarán -o eso esperamos por el bien del juego- más faltas antideportivas.
Todo ello, se indica en la nota informativa a clubs y árbitros, porque con esas acciones donde tantas veces se desestabiliza al jugador que se va hacia el aro sin intención de intentar robar el balón «el objetivo es parar el juego para evitar un contraataque fácil».
En consecuencia, se quiere actuar contra esas personales cometidas cuando un jugador enfila la canasta contraria en un contraataque claro y recibe un manotazo o empujón sin disimulo alguno y casi siempre sin intención de jugar el balón. Precisamente, eso es lo que se indica a los colegiados:
Por último, se aclara la norma del último defensor, eso que tantas veces se dice incluso en las retransmisiones de TV de que debía ser falta antideportiva cuando el atacante intenta superar al último contrario en su camino hacia la canasta y es objeto de una falta para impedir la canasta fácil.
A los árbitros se les instruye para que en acciones de «contraataque en las que el jugador está encarado con su oponente» se sancione «como falta normal aunque sea el último defensor salvo que sea una falta por no hacer un esfuerzo por jugar el balón o por contacto brusco o excesivo». Es en éstas en donde se pitará personal antideportiva.
