Obligado a ganar el próximo miércoles en casa si no quiere despedirse ya de la Euroliga. Así se encuentra el Caja Laboral tras caer de nuevo este viernes en Moscú (90-68), frente a un CSKA que arrancó timorato pero que después del receso fue una apisonadora.
Y eso que el conjunto vitoriano comenzó francamente bien, mostrando una actitud muy diferente a la del primer partido y anotando con mucha facilidad. De esta forma se apuntó el cuarto inaugural por 20-26, aunque pagando una factura muy cara en forma de tres personales computadas a Lampe.
En el segundo acto, el cuadro moscovita aprovechó la ausencia del pívot polaco para voltear el resultado, con sus interiores haciendo daño, sobre todo Kaun. Pero cuando parecía que el Baskonia comenzaba a naufragar (42-33), apareció San Emeterio para recortar distancias y mandar el choque al descanso con un incierto 44-37.
Una reacción que no tuvo continuidad a la vuelta de los vestuarios, pues fue entonces cuando el CSKA se disparó en el marcador, de la mano de un activo Teodosic pero especialmente de sus hombres altos. Ello cristalizó en un parcial de 25-13 que dejó herido al Caja Laboral, quien acumuló aún más desventaja en el último periodo para quedar contra las cuerdas en la eliminatoria. No obstante, esta misma temporada ya salvó sendos ‘match ball’ en las dos fases de grupos y aunque se presuma casi imposible la remontada, nunca hay que dar por muerto al ‘Caracter Baskonia’.
90 – CSKA (20+24+25+21): Teodosic (14), Weems (2), Kaun (16), Erceg (16), Khryapa (9) -cinco inicial-, Krstic (16), Micov (11), Papaloukas, Jackson (6), Sokolov, Ponkrashov.
68 – Caja Laboral (26+11+13+18): Cook (6), Causeur (12), Nocioni (7), N. Bjelica (5), Lampe (19) -cinco inicial-, Heurtel, Pleiss (4), San Emeterio (13), M. Bjelica (2), Jelinek.