El descenso ha sumido al Bilbao Basket y a la afición en un mar de tristeza e incógnitas. A la pena por la deriva de estos años se suma el no saber qué pasará. Con cuatro millones de deuda en la mochila y muchos menos ingresos a generar fuera de la ACB, queda ver cómo actuar.
Ir al concurso de acreedores y forzar quitas en las deudas es algo sobre la mesa desde hace meses, nos confirman varias fuentes. También intentar que el club no se muera para poder ascender el próximo mayo si las cosas se hacen bien en la pista. Pero ambas actuaciones no son sencillas. La salida del equipo directivo es cuestión de tiempo y Raúl López, como avanzamos hace semanas, dejará la dirección deportiva.
A ello hay que sumar los impagos a la actual plantilla, que a ver cómo se resuelven estos meses porque con el Fondo de Garantía Salarial depositado en la ACB no va a ser suficiente.
En la entidad bilbaína se dan un plazo para ver cómo evolucionan las cosas estas próximas semanas, sin descartar que no haya algún ascenso desde la LEB en caso de que el equipo que se gane el salto de categoría no pueda darlo por inviabilidad económica, algo improbable ahora mimo.
Diego Saenz, gerente del Bilbao explica que «e ha acabado al camino deportivo, veremos qué ocurre. La historia en la ACB y en el baloncesto español nos dice que no todo tiene por qué acabarse aquí. Es un clavo ardiendo. Estamos en descenso hoy pero vamos a ver si somos capaces, si se da alguna alternativa y encontramos la forma de poder mantenernos».
Asume que “hemos tocado fondo desde el punto de vista de clasificación y deportivo, pero veremos qué pasa en las próximas semanas».
Sobre si el equipo seguirá, afirmó que «tenemos que pensarlo. La forma de actuar es radicalmente diferente en un club de ACB y en uno de LEB. Tenemos que mirar y trabajar y la forma jurídica en la que se pueda solucionar no te lo puede decir, pero veremos. Que habrá baloncesto de primer nivel en Bizkaia, seguro, y en ACB esperemos que en breve si no es continuidad de éste»