El Barcelona prosiguió la intensa semana con tres partidos a domicilio con el desplazamiento a Dubai. Si durante tres cuartos aspiró a la victoria, sin estar bien, para redondear una gran doble jornada en la Euroliga, en el tramo final tuvo un desfallecimiento y su rival no perdonó. Finalmente una derrota que deja un poso amargo porque hubo errores muy claros en ese tramo decisivo… y otros de los cuartos anteriores que tuvieron asimismo su peso, como fueron la debilidad en el rebote, el desacierto en la pintura y los fallos en tiros libres. Las actuaciones de Punter y Hernangómez fueron penosas.
Si el martes contra el Maccabi el Barça empezó anotando casi todo y con más de cincuenta puntos a su favor al descanso, además de una enorme ventaja, contra el Dubai fue todo lo contrario. Muy fallones desde el inicio hasta mediado el segundo cuarto, acabaron con un 24-15 el primero y luego poco a poco mejoraron en defensa y jugaron mejor con Juani Marcos y Brizuela como pareja exterior. Llegó el empate a 26, se escaparon a un 30-34 pero el minuto previo al descanso fue malo y 33-34 al paso por los vestuarios.
Dado que el Dubai estaba en un 1 de 10 y de hecho su único acierto fue a unos segundos del descanso (detrás de este acierto llegaron seis más en doce intentos en la segunda parte), la ventaja blaugrana era muy corta. El Barcelona había firmado un 5 de 13 pero es que en tiros de dos llevaban un pobre 8 de 24 y un 3 de 6 desde la personal, puntitos que se echaban de menos. Es más, tanto Punter como Clyburn estaban en cero puntos.
De hecho, los primeros siete puntos del Barça luego en la reanudación fueron de Clyburn… y no fueron más porque el alero hizo un insospechado y lamentable 0 de 3 en tiros libres. Más puntitos de eso que luego se echaron en falta. Hasta el 46-50 del minuto 27 se vio a los de Peñarroya erráticos en ocasiones pero controlando la situación desde la defensa. Pero el Dubai logró un par de triples y un pequeño parcial y se llegó al último periodo con un 58-56.
De repente, el Barcelona se había quedado seco en ataque y todo fue a peor. De un empate a 63 al 73-63 a tres minutos de la conclusión. Ya no hubo ni margen de reacción ni hundimiento de un Dubai que se sintió ganador y encontró sus mejores minutos en ataque (80-70 a un 1m10s del final) para imponerse.