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El Barcelona busca respuestas a un problema mental, de defensa y de malas sensaciones lejos del Palau

A primeros del pasado diciembre, con 9 jornadas disputadas, el Barcelona encajaba 64,2 puntos de media y sólo había recibido 578 puntos. En los 9 siguientes partidos de la Liga Endesa ha sufrido 743 en contra, a una media de 82,5. Por tanto, hay un problema en defensa evidente. Son 18 puntos más de media encajados que en el inicio de la competición. Sí, ha habido lesiones clave de Navarro y Oleson, pero eso sólo no puede justificarlo.

En ese octubre y noviembre, el Barça ganaba en las pistas de Armani Milano, Bayern Munich, Panathinaikos y Fenerbahce. Pero el 7 de diciembre llegó una inesperada derrota en la pista de un equipo del fondo de la tabla como el Baloncesto Sevilla (85-74) y todo cambió. Fue la primera de las cinco derrotas ligueras sumadas en los nueve últimos encuentros. Todas a domicilio pues luego cayó contra Estudiantes, Obradoiro, Bilbao y Laboral Kutxa.

Muchas en mes y medio. Como en casa ha ganado en este tiempo 3 choques de Liga y 3 de Euroliga, está claro que el problema no radica en el Palau sino a domicilio pues también ha perdido los dos desplazamientos en el Top 16 de este mes. Curiosamente, en estas siete derrotas lejos de casa del último mes y medio sólo tuvo opciones reales de vencer en la pista del Maccabi.

En las 5 sufridas en la Liga Endesa llegó a los dos últimos minutos muy distanciado en el marcador y sin opción a pelear la victoria, lo mismo que en la cancha del Alba Berlín en el estreno en el Top 16.

Por tanto se deduce un problema de debilidad mental en los desplazamientos, seguramente con una mala concentración en alguno de ellos más una falta de carácter cuando un determinado encuentro se complica. En Sevilla fueron perdiendo de forma clara desde el principio y no reaccionaron. En la pista del ‘Estu’ pasaron de ganar cómodamente por 14 mediado el segundo cuarto a perder por 10 mediado el último. Contra el Obradoiro tenían ventajas claras hasta mediado el tercero y llegó un espectacular hundimiento para perder por 12…

Con Oleson y Navarro quizá alguna de estas derrotas se hubiera evitado pero las lesiones las padecen todos los equipos y todos aprenden a competir sin jugadores importantes en sus esquemas. El Barça va a convivir con estos miedos y dudas estas semanas hasta que gane con solidez fuera y recupere elementos, bien por estar lesionados bien por no estar a su mejor nivel como sucede con Doellman o Tomic o despierte Nachbar. En todo caso, no queda mucho para la Copa y ahí los miedos te pueden mandar rápido a casa.

Ya lo dice Satoransky: «Tenemos que reconocer y hablamos mucho de que tenemos una crisis fuera de casa. No somos capaces de ganar ahí. Tenemos que hacer algo porque nos hacen muchos puntos. La defensa no funciona y nos hundimos».

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