
La venta podría estar ya hecha, pero se paralizó el pasado mes ante las divergencias de algunos consejeros de la directiva con la cantidad acordada, en los flecos de la negociación final y por el hecho de que al frente de esos inversores esté José Castellano, presidente del Club Estudiantes hasta hace dos meses.
Esa cifra de 3,6 millones aportará fondos a medio plazo al ‘Estu’ y, muy importante, liquidez inmediata en cuanto se firme todo y se reciba el primer pago de esa cantidad. Con los jugadores sin cobrar, unos desde hace cinco meses, otros desde hace cuatro, otros de forma más reciente, ingresar dinero es clave.
Pero es que además, la entidad estudiantil está obligada a ser estricta en los pagos a hacer anualmente a la Agencia Tributaria por la deuda de casi nueve millones que le quedó tras salir el pasado julio del concurso de acreedores. Una parte la paga a diez años y otra, a 17, pero no puede permitirse retrasos con Hacienda porque se podría instar la quiebra de la Sociedad Anónima Estudiantes.
Ya tuvieron que adelantarle el dinero el pasado diciembre para cumplir y este mes de abril hay que hacer otro cargo a Hacienda y no hay fondos.
El ‘Estu’ gestiona este centro escolar tras ganar un concurso de la Comunidad de Madrid. El colegio Estudiantes ha ido creciendo y ganando alumnos y los aumentará también para el próximo curso. Esto significa mayores ingresos y que sea difícil calcular a diez años vista el valor del 50 por ciento puesto a la venta.
Finalmente se ha negociado la que está ahora sobre la mesa. Son 3,6 millones, cifra baja para algunos consejeros y patronos de la Fundación, que tiene la mayoría accionarial del Estudiantes. De ahí que la venta haya provocado cierta polémica y no esté firmada aún. Se ha vuelto a abrir un plazo de recpeción de nuevas ofertas pero la aquí expuesta tiene todos los visos ahora mismo de salir adelante.
Con este dinero y con el millón y pico que tiene pendiente abonar el ayuntamiento de Madrid por los naming rights del Madrid Arena, un juicio ganado por el ‘Estu’ en tribunales, el futuro económico es más halagueño y si se produce el descenso de categoría, da la sensación de que se podría evitar la desaparición del club estudiantil por asfixia financiera.
