Anoche de madrugada twitter ardía tras anunciar el Valencia Basket que había firmado bajo protesta el acta del partido y que reclamaría por Slaughter. El jugador del Real Madrid no aparecía en el acta del partido por no ser inscrito en un error que luego asumió el colegiado de la mesa como suyo. Aun así, jugó la primera parte sin estar inscrito, algo raro que no está permitido. Asimismo, Pablo Laso firmó el acta antes del partido sin fijarse en que su jugador no aparecía, error tremendo igualmente.
Hacia la 1 de la madrugada la ACB emitía una nota aclarando que el árbitro principal del encuentro se apercibió de ese error en la no inscripción de Slaughter y lo comunicó a ambos equipos «procediendo a corregirse el fallo». Por tanto, no parecía tener recorrido reclamación alguna.
Aun así queda la sensación de chapuza puesto que al saltar por primera vez a la cancha la mesa debió advertir a los colegiados de la no presencia en el acta del estadounidense. Ojo, esto no invalida el triunfo madridista pero sí deja una imagen de chapuza de la mesa puesto que es muy grave no meter en el acta a un jugador al que el Real Madrid nunca dio de baja puesto que fue Doncic el que se quedó fuera para inscribir a Bourousis.
Además, la entidad valenciana critica esa nota de la ACB y puntualiza:
«En ningún caso el árbitro principal comunicó el error a nuestro equipo en el descanso. Fue nuestro entrenador quien se dirigió a él, Martín Bertrán, antes del comienzo del tercer cuarto, para informarle de nuestra intención de firmar el acta bajo protesta».
Asimismo, se recuerda por parte del club taronja que «la persona responsable de certificar y dar la aprobación a los jugadores inscritos en cada equipo es el entrenador, que es quien está obligado a firmar el acta del encuentro, tal y como se reconoce expresamente en la reglamentación correspondiente. Pablo Laso valida con su firma, previa al inicio del partido, los jugadores que disputarán el encuentro, entre los que no se encontraba Marcus Slaughter».
Pero el partido quedó también salpicado por otras cosas polémicas. La primera es la pobre realización televisiva. Al no haber una cámara de detalle sobre el reloj oficial, había un desfase de décimas entre el que ponía en televisión con el real en la pista. Por eso la canasta de Harangody al final de los 40 minutos parecía legal.
En esta foto se ve que no:
Hay que fijarse en la parte superior derecha de la imagen para ver el reloj de posesión de la canasta a cero segundos y el balón aún en las manos de Harangody, que lanzó un par de décimas fuera de tiempo, así que anularon bien su canasta. Las repeticiones de TV fueron malas por la mala realización pero en una se intuye efectivamente el reloj a cero y la luz de final de posesión encendida. Según daban la jugada en directo, antes de las repeticiones, el reloj televisivo se pone a cero al entrar la canasta cuando en realidad restaba 1,2 segundos.
Luego hubo otra canasta de Llull a dos segundos del final de la prórroga en la que muchos aficionados ven pasos del jugador madridista. Difíciles de percibir en directo pero sí lo parecen en las repeticiones. Como hubo falta de Nedovic al tocar el brazo de Llull, falta no sancionada, como se aprecia en esta foto