Un año más, y van siete seguidos, catorce presencias en total en los últimos 16 años, el CSKA está en la Final Four. Por su parte, el Real Madrid la disputará por sexta vez en ocho años, desde aquella con Lele Molin en el banquillo, ayudante de un Messina que había dimitido semanas antes de un playoff para meterse contra el Valencia Basket.
Por su parte, el Fenerbahce estará también en Belgrado dentro de tres semanas para defender el título. Cayó en la final hace dos años, ganó el pasado curso y ahora repite por tercera vez consecutiva.
Del cuarteto clásico de estos años se ha caído el Olympiacos, campeón o finalista en los últimos seis años. El Maccabi desapareció hace unas cuantas temporadas, lleva una mala década tras lo brillante que fue para ellos la anterior. Lo mismo el Panathinaikos. Luego se ha caído el Barcelona.
Si el Baskonia fue la agradable sorpresa hace tres ediciones, en Berlín 2016, en Belgrado vamos a tener al Zalgiris como auténtica revelación y con los que nadie contaba hace unos meses. Mucho mérito de Jasikevicius y su plantilla.
El conjunto lituano se medirá al Fenerbahce en una semifinal y en la otra el Madrid hará frente al CSKA de Sergio Rodríguez, que puede llegar a esta cita sin el lesionado De Colo.

