Este mediodía José Manuel Calderón ha dado una rueda de prensa en la que ha comunicado que se retira de la selección español. A cuatro semanas de cumplir 35 años, el base dedicará los esfuerzos ya sólo a su temporada de equipo. Este próximo curso inicio un nuevo ciclo en la NBA con la camiseta de los Lakers. El jugador aseguró que ya tenía pensada esta despedida desde antes de los pasados Juegos de Río y que sus escaso minutos en este torneo no han influido en su decisión.
Con ‘Calde’ se va un jugador básico en la mejor etapa de la historia de la selección absoluta, la que va del 2004 al 2012. En 2013 y 2014 las cosas fueron peor y su rol fue secundario totalmente. El año pasado no estuvo en el Eurobasket y este verano Scariolo dudó mucho si llevarle o no a los Juegos. No lo quería convocar en realidad y lo hizo más pensando en quién ha sido que en lo que puede aportar actualmente.
El base extremeño ha disputado 193 partidos con España. No son más porque se perdió por sendas lesiones el Europeo del 2009 y el Mundial del 2010. Para esta cita en Turquía Calderón caía lesionado en el último amistoso de preparación contra EEUU, lo que obligó a convocar de urgencia a Raül López.
Es de 1981 y no del 80 con Gasol, Navarro, Reyes, Cabezas o el propio Raül, no estuvo igualmente por lesión en el oro junior de 1999 pero sí había estado en el del Europeo de 1998.
En su adiós dijo que «ha sido muy importante la medalla de bronce, era mi octava, mi número 8. Ha sido muy especial con la Selección». Además quiso resaltar que «quiero dejar fuera las medallas y quedarme con lo otro, con la segunda familia que he hecho y que la voy a tener siempre».
Ha sumado un total de ocho medallas, dos de oro (Mundial de Japón 2006 y el Eurobasket de Lituania 2011), cuatro de plata (Eurobasket de Suecia 2003, Eurobasket de España 2007,Juegos Olímpicos de China 2008, Juegos Olímpicos de Londres 2012) y dos de bronce (Eurobasket de Eslovenia 2013 y Juegos Olímpicos de Rio 2016).
De todos sus momentos con la selección, Calderón destaca uno, el oro del Mundial de Saitama 2006: «Fue algo muy especial porque fue muy inesperado. Nadie apostaba por nosotros, ganar un Mundial hace años era impensable. Por eso fue más especial, a partir de ahí pensamos en que se podía ganar todo y continuamos«
