Pero la ACB deseaba una quinta y los cambios en el seno de la estructura de la ACB iniciados el pasado abril iban en esa línea. Incluso se se hizo un cambio a nivel interno para que si algún equipo sin plaza fija era finalista de la liga obtuviera billete para la gran competición europea. El Bilbao fue subcampeón y por eso se está estrenando este curso en la Euroliga. Pero eso ya no será posible. Sólo si fuera campeón -los bilbaínos, el Cajasol, el Joventut, quien sea- podrán acceder a la Euroliga.
El pasado 17 de octubre ya te contamos que había una reunión a cara de perro en la Euroliga para ver qué distribución de plazas por países. Algunos no se lo creyeron y hasta alguno escribió aquí para negarlo. No trascendió mucho de esa cita, sólo que se quería limitar a la ACB el número de participantes en la Euroliga. Ni la propia Euroliga deseaba cinco ni los representantes de otras ligas y clubs europeos querían más conjuntos españoles.
Es más, la Euroliga quiere subir a dos el número de participantes fijos alemanes al ver al Bayern Munich con capacidad inversora. Pero también los turcos aprietan para tener una tercer plaza, que sería para el Galatasaray.
Así que los clubs tipo Bilbao o Valencia, que aspiran a jugar con una cierta frecuencia Euroliga a tenor de su proyecto y presupuesto, el Cajasol, que quiere estrenarse, u otros como el Joventut, que algún día querrán volver a ella, ya saben. O campeones de liga o nada.