Como cada año desde hace que se instaurara la Copa en formato de fase final con ocho equipos -en los primeros años ACB eran cuatro los participantes-, el torneo es de lo mejor que puede verse en el baloncesto de élite mundial.
En los últimos años ya no hay tantas sorpresas como antaño pero conviene recordar que el Joventut-Baskonia fue la final del 2008, con triunfo verdinegro, y que los baskonistas se sacaron la espina en el 2009 derrotando al Unicaja tras una prórroga.
En A Coruña 2016 tuvimos al Gran Canaria en la final y al Valencia Basket en el 2017. Es decir, que ha habido muchas finales Barça-Madrid estos últimos años pero también otros equipos estuvieron cerca de ganarla.
En la edición de este año en la ciudad madrileña tenemos a equipos con una excelente trayectoria durante toda la temporada -Iberostar Tenerife y Joventut- y a uno que lleva seis semanas a gran nivel, el Estudiantes, que además juega en su pabellón. Su rival es el Real Madrid, al que ganó hace nada en la liga si bien ahora los blancos llegan más descansados y no tras un partido de Euroliga.
Hablaremos en otros artículos de estos equipos. En éste nos centramos en los principales presupuestos y en cómo llegan a la cita copera.
El Valencia Basket estaba tan bien en diciembre y enero que el bajón que ha dado en las últimas semanas ha sido inesperado. Ganó en Málaga en la Eurocup pero su rival dio muchas facilidades. Perdió frente al Manresa. Luego sufrió mucho en la Fonteta para derrota al Limoges y, finalmente, derrota con malas sensaciones el pasado sábado, de nuevo en casa, frente al Obradoiro.
El equipo taronja llega con todo su arsenal salvo Diot y Sergi García, bajas de sobra conocida. Han perdido frescura y Will Thomas es su jugador más vital. A ver cómo responden dos jugadores jóvenes con pinta de ser dos piezas que le permiten dar un salto si están bien, Matt Thomas y Abalde.
Que su rival en cuartos de final sea el Barcelona no es bueno para ellos a priori porque la solidez defensiva azulgrana supone un problema. Conociendo a Pesic, planteará todo el torneo con la fortaleza atrás como primera premisa. En el pick n’roll del rival, a proteger la zona y no conceder penetraciones ni tiros cómodos.
El pick and pop resulta entonces clave, así como lograr tiros librados a siete metros. Esos lanzamientos serán definitivos pero el Barça sabe estar en partido incluso encajando puntos.
Seguramente sea el equipo que llega más en forma al torneo. El Barcelona tiene puntos, la mejor defensa junto al Iberostar, experiencia, pero no mucho tiro exterior. Ahí es donde pueden sufrir en algún momento si van avanzando en el torneo.
Otra clave para ellos es que Singleton, si suma poco, que al menos sea en positivo no restando como en tantos partidos estos meses.
Otro equipo en dinámica positiva es el Unicaja. Las dos victorias logradas sobre la bocina frente a Real Madrid y Manresa refuerzan su moral. Están anotando muchos puntos y han sumado gente al grupo de los que siempre aportan. Que Boatright, Milosavljevic y Dani Diez apoyen al resto permite alargar la rotación.
En el equipo malagueño hay varios debutantes y queda ver si Lessort, Roberts y Wiltjer no sienten vértigo en esta cita de este calibre. Sobre Jaime Fernández habrá muchas miradas y su magnífica temporada dará otro salto si en la Copa el base-escolta es de nuevo el líder de su equipo.
El Baskonia llega en una línea bastante buena vista su trayectoria reciente en la Euroliga y más discreta en la Liga. Pero su rotación de nueve jugadores es muy corta para disputar tres partidos en un día. Su primer rival, el Joventut, es inferior, pero tendrá menos presión y les puede dar un susto.
Sin Shengelia, Granger ni Garino y como Penava no juega, los que han levantado el equipo desde la llegada de Perasovic tienen la responsabilidad. Vildoza y Voigtmann están mucho mejor que hace un mes.
Quizá el hecho de que Hilliard, Jones y Shields no conozcan el torneo puede afectarles. Sobre todo a los dos exteriores, que llevan una temporada muy irregular, como el otro tirador del perímetro, Janning.
En cuanto al Real Madrid, lleva desde navidades a un ritmo inferior al primer trimestre de la temporada. Los minutos se notan en algunos jugadores como Tavares y Campazzo. Carroll se lesionó y luego Thompkins, que se pierde el torneo. Llull es duda y estará, pero no al mejor nivel.
Los blancos tienen una plantilla larga y experiencia. También mucha calidad y capacidad de sostener un ritmo de anotación de 95 puntos aun defendiendo regular. Campazzo y Randolph ahora mismo son vitales por los problemas físicos de otros y van a jugar tres partidos en 60 horas en caso de alcanzar la final.
Ayón y Reyes, junto a Tavares, permiten tener un juego interior variado cerca del aro. En el perímetro, Rudy y Causeur saben estar en los partidos clave y ayudar aunque no estén acertados en ataque. Carroll siempre tiene algún partido brillante en este torneo y es una garantía.
A ver lo que puede dar Llull y qué aporta Prepelic de ser él el segundo base. Parece un aspecto clave junto al cansancio que puedan todos acumular de cara a una hipotética final.
Para cuartos de final llegan frescos con cinco días de descanso. Sudar más en defensa que en estas últimas semanas donde han ganado a equipos como UCAM Murcia, Manresa o Zaragoza, o el Darussafaka en la Euroliga. En pasados años el Madrid también llegó sin una gran imagen en las semanas previas y acabó como campeón.