Con 15 jornadas disputadas, ya se puede hacer un cálculo del peso de los jugadores españoles en la Liga. De los más de 200 jugadores distribuidos entre los 18 clubs ya contamos que apenas 84 son españoles, menos de un 40 por ciento. Pero de esos 84 apenas 56 juegan al menos diez minutos de media. Y eso que incluimos a Xavi Rey, que acaba de reaparecer, y a Laviña, que estaba sin equipo hasta hace unas semanas y halló un hueco en Manresa por las lesiones y promedia 15 en los siete encuentros que ha disputado.
Si nos vamos a los que juegan 15 minutos o más y tienen así verdadero peso específico en sus equipos sin ser el jugador noveno o décimo de la rotación, la cosa baja ya a 45 españoles, a 2,5 por plantilla. Sí, el Real Madrid tiene a 5, el Manresa, a 4, como el Fiatc Joventut, pero el Cajasol sólo a dos y el Estu sólo a Gabriel.
Cabe pensar que también cueste identificarse en ciertas ciudades y clubs con el hecho de que sólo haya dos o tres españoles en plantillas de 11 ó 12 jugadores.
Hace seis temporadas eran 65 y no 56 los españoles con al menos 10 minutos en pista. Y 86 en el curso 1999-2000. Las plazas que pierden los españoles van a manos de ‘cotonous’ y de americanos con doble pasaporte, muchas veces comprado. De los que un tercio al menos no aportan nada a los equipos. Los clubs son capaces de localizar nigerianos o húngaros pero tienen a Corbacho en la LEB y no descubren su potencial hasta que ahora triunfa en el Obradoiro.
Se buscó una apertura de fronteras para competir mejor; la que era la liga más fuerte de Europa aumentó esa consideración con comunitarios B y C, con pasaportes a tutiplén para los americanos, con fichajes de 10 días o un mes cuando había una pequeña lesión, con la apertura de fronteras, con cupos formados aquí y no cupos seleccionables, con los ‘cotonous’…
… pero todo eso derivó también en un gasto salarial bárbaro, en grandes deudas, impagos y concursos de acreedores.
Hasta llegar de dos años para acá a esta situación de crisis económica, falta de patrocinadores, mínimos presupuestos, falta de liquidez en los clubs, deudas difíciles de pagar y mínima presencia de españoles en la liga española.
Real Madrid y Barcelona son dos gotas en este desierto que van aparte puesto que apenas generan el 10 ó 15 por ciento de su presupuesto y pueden seguir gastando. Pero el resto de clubs han bajado muchísimo sus ingresos y presupuestos para sobrevivir malamente en la mayor parte de los casos.