Han sido docenas los buenos jugadores de la NBA que han pasado por la ACB. Pero que fueran algo importantes de verdad en la liga estadounidense y luego dejaran huella en la española, sólo unos cuantos. Ralph Sampson, por ejemplo, fue importante en sus inicios en los Rockets formando las ‘twin towers’ en Houston junto a Olajuwon. Pero su carrera cayó en picado luego y cuando aterrizó en Málaga en 1992 dio bastante pena.
George Gervin llegó a Manresa en 1989 con 37 años, pero jugó unos cuantos buenos partidos. Incluso cerca de la retirada Iceman era un superanotador. Había jugado 9 veces el All Star de la NBA y ganado cuatro veces el galardón de máximo anotador de la Liga. Así que en la ACB hizo lo mismo, enseñar su talento ofensivo durante una temporada.
Jugadores titulares relevantes en la NBA no llegan, lógicamente, pero jugadores que eran suplentes con muchos minutos y habían ayudado a ganar anillos a los Lakers, los Sixers o los Bulls o que disputaron finales de la liga estadounidense sí que ficharon muchos en España. Repasamos algunos.
No es muy recordado Jeff Lamp, pero jugó en la temporada 91-92 en Granada y al año siguiente en Manresa y promedió más de 24 puntos ambos cursos. En la NBA tuvo seis temporadas con minutos y en tres de ellas, fue un suplente interesante, en Portland (10 minutos y 5 puntos de media, San Antonio (20 minutos y 11 puntos) y Milwaukee (16 minutos y 6,3 puntos). Fue campeón con los Lakers en 1988.
Ken Bannister jugó en la temporada 1993-94 en Vitoria y luego en Zaragoza, Joventut y Fuenlabrada. En la NBA tuvo dos campañas aceptables en los Knicks con 19 y 20 minutos en cada una de ellas y promedios de 7 puntos y 4,4 rebotes en la primera y de 8,6 y 4,6 en la segunda. Luego tuvo dos en los Clippers con menos minutos y dio el salto a Europa.
Larry Stewart jugó también en los noventa en Zaragoza, Girona y Cáceres tras cuatro temporadas iniciales en los Washington Bullets donde promedió 11 puntos. También promedió 11 tantos por año en dos temporadas en Portland y Dallas Abdul Jeelani. Se fue a Italia y de ahí llegó a Vitoria, donde se le recuerda por su gran clase.
Las lesiones de rodilla machacaron a Kenny Walker, algo importante en un saltador. Vivía de su físico más que de su talento, de hecho fue campeón del concurso de mates de 1989. En sus primeros cuatro años de profesional con los Knicks, que le draftearon en el puesto 5 de 1986, hizo 10, 10, 5 y 8 puntos de media. En España jugó en Cáceres y Granollers.
Tras una temporada en la Lega, fichaba por el Real Madrid, donde dejó un gran recuerdo durante tres años, lo mismo que en su siguiente club en España, el Cacaolat Granollers.
Mark Landesberger llegó al Collado Villalba en 1981 y tuvo una media de 17,6 puntos con el equipo madrileño. Antes había ganado dos anillos con los Lakers en 1980 y 1982. En el primero de ellos promedió 7 puntos para el equipo angelino.
Procedente también de los Lakers llegó al Real Madrid Larry Spriggs, un zurdo con un salto majestuoso pero muy irregular en los lanzamientos. Con los angelinos, promedió 6,6 puntos en el anillo de 1985 y era un suplente con presencia importante en aquel playoff. Con los blancos anotó una media de 21 puntos en el curso 1986-87.
Jerrod Mustaf jugó unos meses en Andorra y luego del 96 al 98 en el Barcelona. Era un pívot sobrio, número 17 del draft de 1990 pero en sus cuatro temporadas en la NBA apenas jugó 179 partidos con 4 puntos de media. Fue una pena que sólo jugara una temporada en el Joventut y en la ACB Randy White, la 95-96. Había llegado del Reggio Calabria italiano tras cinco campañas en los Dallas Mavericks con 8, 6, 10 y 6 puntos de media en las cuatro últimas. Era un ala-pívot de mucho talento y en la Penya promedió 20,5 puntos y 9,7 rebotes ese curso.
Adam Keefe estuvo 9 años en la NBA, primeros en Atlanta y luego seis temporadas en Utah disputando una final contra los Bulls de Jordan. Siempre se movió entre los 9 y los 20 minutos y llegó en el 2001 a Girona, luego pasó al ‘Estu’ y unos problemas de rodilla torcieron su buena trayectoria en la ACB.
Mel Turpin murió joven, suicidándose con 49 años en el 2010, y fue un fichaje mediático como pocos al llegar en 1989 al CAI Zaragoza, que la verdad fichó enormes americanos desde mediados de los ochenta a mediados de los noventa, empezando por Kevin Magee. Turpin tuvo dos buenas temporadas iniciales en la NBA en Cleveland promediando 10 y 13 puntos, pero luego problemas de sobrepeso le afectaron y acabó llegando a Europa, al CAI. Jugó sólo un año en la ACB antes de regresar a la NBA.
Marc Iavaroni jugó en el Caja Ronda malagueño en la campaña 1990-91 después de casi una década en la NBA y de ser campeón con los Sixers en 1982. En sus tres primeros años en la liga estadounidense era un jugador de 5 puntos por partido, pero casi siempre titular con esos Sixers a la sombra de los míticos Julius Erving y Moses Malone.
También se lo colocó en un dedo Reggie Johnson pero casi nunca fue titular y jugaba mucho menos en aquellos Sixers. Pero su paso por el Joventut (86-90) y por el León (91-95) dejó huella con 16,4 puntos e media en sus 270 encuentros ACB. Era un ‘cuatro’ con excelente mano y capacidad de rebote midiendo 2,04.
Leon Wood promedió 6,4 puntos en el cómputo de sus seis temporadas en la NBA en Philadelphia, Washington, New Jersey, San Antonio, Atlanta y Sacramento. Ahora es árbitro de la NBA. En España jugó en el CAI Zaragoza en la temporada 1988-89.
También jugó en el CAI de 1992 a 1994 Dennis Hopson, un prometedor anotador en su etapa universitaria con una floja carrera luego en la NBA. Elegido en el draft por los Nets, promedió con ellos 10, 12 y 15 puntos durante tres campañas, luego se fue a los Bulls y apenas participó en aquel equipo que logró el primer anillo de la era de Michael Jordan.
Fue muy sonada la llegada de Rony Seikaly al Barcelona en el 2000. El pívot greco-americano aterrizaba en el Palau tras varias buenas temporadas en la NBA, entre y 17 puntos de media durante una década en Miami, Golden State y New Jersey. Sólo jugó tres encuentros, hubo tensión con Aíto y aquel fichaje estelar no funcionó, lo que dio paso a Pau Gasol, que puedo explotar.
Michael Young es recordado en Europa por ser la estrella del Limoges campeón de la Euroliga en 1993 a las órdenes de Maljkovic con un juego rácano. Pero el alero había jugado de 197 a 1989 en el Valladolid. Eso sí, en sus dos años en la NBA, del 84 al 86, apenas pisó la pista unos minutos.
De los americanos más excéntricos y con más talento ofensivo que han llegado de la NBA a Europa, el imborrable Walter Berry. Jugó sólo una sonada campaña en España, la 1990-91, en el desaparecido Atlético de Madrid. Había promediado más de 17 puntos en dos temporadas seguidas en los Spurs, luego empezó a cambiar de equipo, a perder protagonismo y tras jugar poco en New Jersey y Houston en el curso 88-89 se fue al Napoli italiano, puerta de entrada al Atlético y a grandes exhibiciones anotadoras.
Apenas había jugado en Chicago y Dallas Wallace Bryant, un tremendo 2,11 que llegó al Barcelona en 1986 para ser un cinco grande de verdad. No marcó diferencias pero sí tuvo una larga carrera por Europa y pasó luego por Bilbao, Girona y Huesca. Con 5 puntos de media un año en Cleveland y lo mismo en Indiana la temporada siguiente, en 1983 Brad Branson se fue al Simmentahl Brescia. De ahí lo fichó el Real Madrid y en sus dos años de blanco y en los seis luego en Valencia demostró su calidad.
Tim Perry llegó a Orense a mediados de los noventa. Tras tres temporadas de poco protagonismo en Phoenix Suns en la cuarta fue titular y respondió con 12 puntos de media. Traspasado a los Sixers, promedió 9 puntos durante dos cursos, luego bajó su número de minutos y llegó a la ACB para jugar cinco temporadas en el campeonato español.
Andre Turner comenzó en los Celtics de Bird y Parish en 1986 pero apenas jugó y sólo en las dos últimas de sus seis temporadas en la NBA participó más como un suplente con minutos y puntos (6 y 4) en Filadelfia y Washington. Pero en España jugó 17 años en 11 equipos distintos tanto en la ACB como en la LEB y repitiendo en Badalona y Zaragoza
Con apenas 3 puntos de media en Utah Jazz en la temporada 1989-90, el puertorriqueño José Piculín Ortiz llegó a Zaragoza para convertirse en un trotamundos de la ACB pues también jugó en el Madrid, el Barça, el Festina Andorra, etc.
