Análisis de un nuevo Real Madrid rejuvenecido con tres fichajes, mucha experiencia en las renovaciones y una pareja interior casi imparable

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Cuando vuelva el lesionado Alocén, hacia Navidades, el Real Madrid tendrá 15 jugadores en su rotación. Eso ya lo dice todo sobre su potencial y todavía falta definir qué pasará con el prometedor junior Juan Núñez. Nadie en Europa tiene semejante batería. En su momento, hasta puede haber semanas y partidos donde eso resulte ser un problema ya que tocará dejar fuera de convocatoria a varios jugadores. Por ejemplo en la Copa del Rey. En la última sólo hay que recordar la polvareda que generó dejar sin inscribir a uno de los fichajes del pasado verano, Williams-Goss.

En anteriores temporadas dejar fuera a jóvenes como Núñez, Vukcevic o Alocén era más fácil. A esto hay que unir el ascenso de Chus Mateo al cargo de primer entrenador tras defenestrar el club blanco a Pablo Laso. Ya se vio en los últimos partidos del pasado curso que Mateo tiene sus propias ideas: Abalde pasó a jugar menos, el número de minutos de Llull bajó, Deck al tres o al cuatro era una pieza indispensable, Hanga y Causeur cogieron galones como pareja del backtcourt…

Queda ver cómo planifica ahora el técnico la temporada y la nueva plantilla porque es fácil ver que hay un exceso de aleros, incluso de escoltas pues varios pueden hacer de ‘uno’ cuando hay ya tres bases muy claros en el plantel, Núñez aparte:

Bases: Williams-Goss, Sergio Rodríguez y Alocén

Escoltas y aleros: Llull, Causeur, Musa, Rudy F., Hezonja, Deck, Hanga y Abalde

Interiores: Yabusele, Cornelie, Poirier y Tavares

Pero curiosamente, aparte de la fortaleza defensiva que dieron Hanga y Causeur en la final ACB contra el Barça, que además son capaces de anotar y de generar con el bote para el resto, el otro factor diferencial muy claro que impuso el Real Madrid desde finales de abril a junio fue su dominio de la zona. Tavares especialmente, aunque también Poirier en muchos partidos, fueron imparables para sus rivales. Su poderío al rebote, capacidad de intimidación y facilidad para anotar cerca del aro causó estragos salvo en la final de la Euroliga contra el Efes.

ACBPhoto

El equipo turco y el Madrid partirán en octubre como los dos mayores favoritos al trono continental. Por presupuesto y plantilla, superan al resto aunque luego deben confirmarlo.

El conjunto blanco estuvo fallón en el triple en esa final, también en diferentes momentos del curso anterior. Goss no es un base anotador, Llull va a tirones, Carroll no estaba y Thompkins estuvo varios meses lesionado y luego apartado por un acto de indisciplina. Así que se han buscado tres refuerzos que claramente vienen a paliar esas carencias.

El regreso de Sergio Rodríguez será para aportar y liderar en momentos puntuales y situaciones críticas más que en el día a día de una larga temporada de 85-90 encuentros. Siempre va a anotar o amenazar con el triple o el pase perfecto en esos contexto.

Con Mario Hezonja el Madrid incorpora a un alero especialista en lanzar desde siete metros, pero que también corre bien la pista, juega por encima del aro y puede hacer de falso ‘cuatro’. Es decir, que puede abrir la pista con tres exteriores más y Tavares o Poirier teniendo así más espacio en la pintura. Será un arma táctica seguramente vital. Misma estructura de quinteto en pista que pueden hacer con Deck, en este caso con el argentino anotando siempre bien a pies juntos o haciendo daño al poste bajo. Petr Cornelie, que ha llegado después de la grave lesión de Randolph, tendrá que aportar también lanzamiento exterior, su verdadero punto fuerte.

Con Dzanan Musa han contratado uno contra uno. Puede subir la pista con el balón, anotar de tres pero sobre todo desequilibra en acciones individuales. No tendrá tantas opciones en el Madrid para hacerlo como en el Breogán y tendrá que entender que con la calidad de sus compañeros deberá compartir más la bola. Dado que Causeur, Hanga o Abalde también pueden hacer lo mismo que el bosnio, el encaje de tanto exterior se presenta problemático.

Las renovaciones de Llull y Rudy implica tener jugadores muy veteranos para un papel menos. Causeur, igual, pero con la diferencia de que el francés ya viene teniéndolo las últimas temporadas y coge siempre el pico de forma hacia abril, cuando llegan dos meses y medio decisivos. La juventud de Musa, 23 años, y el inicio de la madurez de Cornelie, 27, y Hezonja, también 27, son el contraste.

GlobalSun

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