78-87: el Barcelona fue muy superior en pista madridista en el último cuarto con su defensa y un imparable Higgins

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El Barcelona se llevó el Clásico en cancha madridista con todo merecimiento porque estuvo 31 minutos por delante y sólo cinco por detrás en el marcador. Pero sobre todo porque en el último cuarto no dio opción a su rival. Si ya en el tercero su defensa empezó a imponerse después de una buena fase del Real Madrid, en el último anuló a su rival. Y lo remachó con un espectacular Higgins en ese tramo final con 14 puntos, algunas canastas preciosas, un triple decisivo… y con Laprovittola como gran escudero con otros 9. 23 de los 25 puntos de su equipo en este periodo. El Madrid falló mucho de tres (5 de 14) y en tiros libres (17 de 25), además de muchos tiros cortos en la zona ante el físico azulgrana, así como padeció mucho al rebote (16 en ataque del Barça).

El duelo empezó a velocidad supersónica y con mucho acierto, apenas cumplido el minuto 6 había un 17-19 en el luminoso. El cuarto acabó con un 26-28, números que podían llevar el marcador final a más de 100 puntos, algo impensable a priori. Pero enseguida bajó ese ritmo, primero en el bando madridista.

Un triple de de Da Silva puso el 30-36, la máxima diferencia que se había visto, en el minuto 13. Dos minutos y pico con apenas un tiro libre de Sanli y apenas cuatro puntos del Madrid en cinco minutos y medio. Un tiro libre de Poirier rompió la sequía pero se estaba viendo mejor a la segunda unidad del Barça que la madridista, sobre todo en defensa. Pero Sanli falló dos triples abiertos frontales clásicos suyos para tener más renta, tampoco los de Chus Mateo veían aro. Ni siquiera recuperando casi al completo su quinteto titular.

El atasco barcelonista perduró fallando más tiros de tres, dos canastas de Tavares para el empate a 39, otra bola perdida y Musa adelantó a los suyos al contraataque y finalmente parecía un 41-42 al descanso. Un rebote ofensivo de Kalinic les permitía anotar, como minutos antes uno de Mirotic. De jugada individual, nada. De lanzamiento exterior tampoco. Pero no, la posesión final de tres segundos sirvió para un canastón desde 14 metros de Llull para el 44-42.

Parciales grandes en la reanudación, un 0-7 del Barça y un 11-2 en respuesta del Madrid. El carrusel continuó con un 2-10 (57-61, min. 29) y todo era muy impredecible, ambos equipos iban a impulsos. Los blancos continuaron secos y 57-62 para ir al último periodo y eso que Da Silva fallaba sobre la bocina un palmeo bajo el aro de forma increíble. Un 5-0 ponía el empate enseguida pero después de muchos triples fallados llegaron dos de Higgins y Laprovittola, ambos tras rebote ofensivo, aspecto que empezaba ya a pesar mucho. Eran 15 rechaces en el aro contrario hasta el minuto 33.

El Madrid quedó otra vez anulado en ataque, con poco movimiento sin balón, sin meter de tres ni encontrar tiros librados, fallando más tiros libres… Demasiados defectos ante un Barcelona sólido que supo jugar sus armas, especialmente a través de las acciones individuales de Laprovittola y tres de Higgins tras buenos bloqueos en cabecera para sacar a Tavares de la zona, 69-77 restando cuatro minutos. Higgins fue el que terminó de matar el partido, triplazo a 1m43s de la conclusión y un 73-82.

R. Madrid (26+18+13+21): Williams-Goss (5), Musa (14), Deck (8), Yabusele (14), Tavares (19) -cinco inicial-, Hezonja (1), Llull (5), Poirier (10), Causeur (2), Cornelie (-), S. Rodríguez (-) y Abalde (-).

Barcelona (28+14+20+25): Satoransky (4), Laprovittola (19), Kalinic (9), Mirotic (12), Vesely (11) -cinco inicial-, Jokubaitis (-), Higgins (18), Abrines (-), Sanli (7), Da Silva (7).

GlobalSun

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