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600.000 euros de deuda más en el Bilbao Basket; denuncias por impagos de Mrsic y cuatro jugadores y un futuro más que negro para este club

¿Logrará el Bilbao Basket subsistir tras las dos graves crisis, deportiva y económica que le asolan? Va a ser difícil y mucho más mientras el aficionado y los políticos no echen a gorrazos al equipo directivo que lo ha terminado de destrozar los tres últimos años.

Los gestores llevan años escudándose en la pésima gestión de Gorka Arrinda, el antiguo presidente y máximo accionista. Cierto, generó mucha deuda con contrato inflados que no se pudieron pagar.

Pero ya hace cuatro años de su marcha y la crisis económica no ha desaparecido. Cada temporada ha seguido habiendo impagos y los de este curso tremendos nuevamente, tres meses ya y sin pinta de que se abone la última mensualidad.

Esto ha llevado a denuncias de cuatro jugadores para reclamar su salario y de Mrsic, el entrenador fichado en noviembre. Cobró los meses de diciembre y enero y ninguno más de los cuatro siguientes.

La denuncia de Mrsic sigue un camino y la ACB garantiza con su convenio con la Asociación de Entrenadores ese salario. Los jugadores cobran del Fondo de Garantía Salarial, cuya cuantía de 470.000 euros no cubre ni de lejos todos los impagos a la plantilla. Jugadores y agentes lo saben así que habrá más denuncias.

Asimismo, la actual directiva ha generado un déficit de nada menos 600.000 euros esta temporada sobre el presupuesto aprobado en su día. Un dineral que hace que la deuda total del club se vaya a casi 5 millones.

Es imposible que el Bilbao Basket sobreviva así a corto plazo y la Diputación ya metió en su día una buena inyección económica para rescatar al club. La ACB puede perder una ciudad importante y una afición de 9.000 seguidores pero es que el proyecto hace aguas por todas partes.

Ojo, porque si algún equipo de la LEB no ascendiera y el Bilbao fuera invitado por la ACB para mantenerse en la Liga Endesa tendría que superar una dura auditoría. Con los datos actuales, en causa de disolución, sin fondos ni liquidez y con esos impagos a la plantilla, el informe del auditor no es que sea negativo, es que va a morir de susto.

Lo curioso es que en los pasados meses hubo dos conversaciones con grupos inversores interesados en invertir o comprar el club. Carlos del Campo dijo a uno de ellos el pasado otoño que no vendían y que la situación de la entidad era estupenda.

Tremendo.

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