Según nos informaron ambos clubs, van 1.400 abonos vendidos tanto por el Real Madrid como por el Barcelona para la Final Four. Ambas entidades aún tenían abonos por colocar pero la demanda de sus aficionados parece haberse frenado y la cifra final ya subirá muy poco. Por supuesto, los más baratos, los de 160 euros se acabaron rápidamente. Son esos mismos que ahora están en reventa al 35 por ciento de su valor inicial en un fracaso evidente de la Euroliga. Y las entradas más caras, como los abonos de 395 euros, también se pueden encontrar a 273 euros hoy, si bien estaban más baratos algunos días la semana pasada.
La Euroliga tenía más de 3.000 abonos sin vender la pasada semana y aún 2.300 ayer sin colocar. El O2 de Londres no se va a llenar y eso que se están regalando abonos a distintas empresas y sponsors para cubrir los máximos asientos posibles. Tanto los patrocinadores de la Euroliga como el socio encargado de vender en Londres este torneo tienen abonos de sobra para regalar.
En vista de que no se llena el recinto y de que nadie entiende que se lleve la Final Four a una ciudad y un país sin tradición, y con idea de repetir el año que viene, para abrir mercado allí, cabe preguntarse si merece la pena esta elección. Además, Londres es una ciudad cara y estar allí de viernes a domingo-lunes para este evento supone gastarse de 1.000 a 1.200 euros entre vuelo, abono, comidas, hotel y transporte, según nos indican algunos aficionados que van a hacer el viaje.
Así que la Euroliga pidió a los clubs que, como hacen Maccabi y Panathinaikos, ayuden a sus seguidores subvencionando en parte el viaje.
El sistema que permitía a cualquier aficionado comprar entradas sin saber si su equipo se clasificaba ha hecho que miles hayan sido puestas en las últimas semanas a la venta a través de la empresa de venta en internet Viagogo. Abonos de 160 euros se encontraban a menos de 50 euros los pasados días, un 35% de su precio original.
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