La llegada de Rudy Fernández al Real Madrid es cuestión ya de unas horas. El acuerdo que tenían apalabrado desde el jueves pasado se fue perfilando del todo durante el largo puente del fin de semana y el martes a primera hora de la tarde se concretaron los flecos. El escolta-alero ficha para cuatro temporadas y será la estrella del equipo. Lógico entonces que sea el jugador que más cobre. Pero ojo, Rudy va a compartir los derechos de imagen con el club blanco -como hizo Ricky en su día con el Barcelona- y eso siempre es un pellizco importante para la entidad.
El anuncio del fichaje se hará en las próximas horas, según indicaron anoche distintas fuentes a esta web. Ambas partes asumen que Rudy tendrá que irse dentro de unos meses a la NBA a jugar con Dallas siempre y cuando haya temporada en la liga estadounidense. Como se sabe, actualmente la NBA está paralizada por un cierre patronal.
Rudy tiene un año firmado con los Mavericks, franquicia a la que llegó el pasado junio traspasado desde Portland. Por normativa NBA y FIBA, debe volver para cumplir ese año firmado, pero el próximo verano recalará de nuevo en el Madrid porque si no tendrá que pagar una penalización.
No hará falta porque el jugador tiene decidido regresar a Europa. En la NBA ni ha ganado mucho dinero ni ha sido plenamente feliz. Es una experiencia que ya ha vivido y ahora quiere engordar su palmarés en Europa. Le agrada ser el rostro del nuevo Madrid y luchar año tras año por conquistar la Euroliga, uno de sus sueños.
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