Real Madrid: mientras tenga a Llull y Sergio Rodríguez marca diferencias; no puede ser casualidad que Laso apostara por los del año pasado

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Hay dos lecturas claras que deja la Copa del Rey desde la perspectiva del Real Madrid. Una es que mientras tenga al timón a Sergi Llull y Sergio Rodríguez, marca diferencias. En Europa sólo el CSKA tiene ese potencial devastador con Teodosic y De Colo a los mandos. En el Olympiacos da la sensación de que Spanoulis ha iniciado la cuesta abajo y no domina los partidos clave como hace dos, tres ó cuatro temporadas. Mantzaris está bien, pero es otra cosa, de un nivel inferior claramente.

Otros equipos tienen buenos bases como Rice o Delaney, incluso alguna buena pareja en el uno y el dos como el Khimki con Rice y Shved, si bien no dominan fuera de casa los partidos al nivel que ofrecen ante su público. En cambio, cuando llega la hora de la verdad ,el rendimiento del Chacho y de Llull crece e incluso son capaces de superar en unos pocos minutos todo lo malo que han hecho antes.

La otra consideración es que Pablo Laso se la jugó con el equipo campeón del año pasado, el que le dio cinco títulos al Real Madrid. No estaba Rudy por lesión pero sí el resto tras recuperarse hace dos meses a Rivers. Hubo pocos minutos para Taylor y Willy en semifinales y un puñado para un recién llegado como Lima en la final. Punto.

Eran los Sergios, Nocioni, Reyes, Carroll, Ayón, Maciulis y Rivers los que tenían que ganar la Copa… y lo lograron. Estos ocho jugadores tuvieron entre 17 minutos el que menos (Carroll) y 31 el que más (Maciulis) en semifinales. En la final, de los 17 de Carroll y Reyes a los 29 de Llull y los 30 de Ayón.

De esto se deduce que integrarse en un equipo tan ganador, de tanta calidad, con roles muy asumidos es muy complicado. Individualmente mirados tanto Taylor como Thompkins parecían capacitados para complementar al resto. Pero luego, vistos con la maquinaria blanca en funcionamiento, desentonan. Han tenido algún partido bueno pero es evidente que no están al nivel del resto. Nunca sabremos ya seguramente qué hubiera dado Taylor de no haberse lesionado nada más empezar la pretemporada. Luego se le ha visto siempre a remolque y falto de paciencia, de tiro, de madurez en cancha para ser influyente en pista sin ser un titular o un jugador determinante.

Quizá el problema para el Madrid en los próximos meses sea aumentar la rotación de forma importante. Rudy debe volver y coger un ritmo de juego adecuado. Lima, Willy y Taylor es previsible que sigan teniendo de 8 a 15 a minutos en muchos partidos, no tantos en otros salvo mejoría inmediata. Thompkins da la sensación de que ya no se sube al tren.

Si el equipo de Laso supera el Top 16, en cuartos de final tendrá una dura eliminatoria y necesitará a todos. Lo mismo en semifinales e hipotética final de la Liga Endesa si la alcanza. Los 8 jugadores clave más Rudy son una garantía mientras tanto.

El pasado sábado se vio en la semifinal contra los baskonistas y con los Sergios como mejor ejemplo. Pésima primera mitad de Llull, discreta del Chacho. Pero en la reanudación 7 puntos del menorquín tumbaban los 7 de renta cogidos por el rival. Luego fue el tinerfeño quien mejoró mucho y tuvo ocho minuto donde sostuvo a su equipo con dos triples, una canasta de dos, un par de asistencias y un gran control del juego. A última hora, Llull remataba el pase a la final con seis puntos y los dos tiros libres que cerraban el encuentro.

Enfrente, Adams y James daban un resultado muy inferior. Debutantes en la Copa, son dos jugadores decisivos para el Laboral Kutxa. Lo fueron en los partidos anteriores a este torneo en el Top 16 pero son irregulares y a veces poco fiables en los finales igualados de los partidos contra grandes rivales. Ganarán en experiencia y pueden crecer, como lo hará Satoransky en el Barcelona. Pero el checo y Ribas están lejos aún por lo que parece de ser una pareja que pueda frenar a los dos bases madridistas.

GlobalSun

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