El bombazo del verano se está fraguando. Está muy cerca en realidad. El Real Madrid estaría a punto de cerrar de forma inesperada y sorprendente el fichaje de Rudy Fernández, según reconoció anoche a esta web un directivo del club blanco. Ni Eidson, ni Lampe ni Huertas. El superfichaje de esta temporada sería el de Rudy. El jugador internacional está dispuesto a abandonar la NBA para jugar en el Madrid. Recordemos que le queda un año de contrato y que fue traspasado por los Blazers de Portland a Dallas Mavericks hace dos meses durante la ceremonia del último draft. Firmaría para seis temporadas según algunas fuentes y para cuatro, según otras, y el Madrid por fin tendría una estrella en el basket a la altura de las que contrata para el fútbol.
Es decir, Rudy renunciaría a la opción de militar en el último campeón de la NBA pese a que desde Dallas se ha asegurado que se cuenta con él y por normativa NBA debe regresar a los Mavericks. Pero el escolta desea regresar a Europa y ha retomado en los últimos días las negociaciones con el Real Madrid. Onda Madrid también daba por hecha este mediodía su incorporación.
Sí, es verdad, hace 15 días su vuelta parecía imposible y también esta web se hizo eco de ello ya que por contrato estaba obligado a regresar a Dallas en cuanto se acabe el ‘lockout’. Pero su situación personal y sus deseos han cambiado y se ha abierto una puerta a la posible rescisión de contrato con los Mavericks.
Ni Madrid ni Rudy querían hace un mes unirse para sólo unos meses quedando luego un hueco importante en el plantel si regresa a Dallas. Pero ahora todo ha cambiado.
El Madrid nunca perdió la fe en que se pudiera retomar esta operación, tanteada en junio y bloqueada por la incertidumbre del ‘lockout’ y de no conocerse si Rudy seguiría en Portland o saldría a otra franquicia. De confirmarse, como se espera, el fichaje en los próximos días, el mallorquín sería la perla de un plantel muy reforzado en el juego de perímetro.
Y también la estrella quizá más rutilante de la ACB, de esa nueva Liga Endesa.
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