El Barcelona forzó el quinto partido al ganar en el Palau el cuarto choque de la final (73-62). Fue un choque feo, con altibajos de ambos equipos y con el Real Madrid básicamente víctima de dos serios problemas. Uno recurrente, la falta de acierto en el triple (3 de 18 esta vez), y otro que hasta ahora no había vivido, ser inferior claramente en el rebote.
Fue un encuentro con un guión inesperado al no aparecer casi ninguna estrella, al ver a muchos secundarios siendo importantes. El resurgir de Tomic fue efímero aunque sí apareció una mejor versión de Huertas. Lo del Madrid fue más grave. Con Carroll mentalmente fuera y sin poder hacer un tiro, con Rudy aún sin meter un triple en esta final (0 de 16 lleva), con Mirotic y Llull irregulares, el Madrid estaba fuera de sitio. Es un equipo preparado para moverse sin problemas en los 75-80 puntos y sin perímetro, un día puedes ganar en la pintura, pero dos seguidos, no.
El primer cuarto fue radicalmente diferente a los de los tres choques anteriores. Hubo dominio azulgrana (23-17) gracias a una puesta en escena mucho más enérgica, siendo capaz de dominar el rebote e incluso de atacar rápido. No le entraban los triples ni a Navarro, que falló tres, pero apenas erraba de dos y encima Tomic estuvo tremendo, con 14 puntos gracias a un 7 de 7 bajo los aros.
Gracias a 8 rebotes ofensivos nada menos en los primeros 13 minutos, el Barça controlaba la situación (27-19) sin que los pívots blancos aparecieran por el momento y con el habitual desacierto en los triples en esta final en las filas de Pablo Laso. Pero con Slaughter y Reyes por dentro y Darden en el puesto de alero, el Madrid endureció su defensa y poco a poco cerró su aro, llegándose al descanso con un
El gran desacierto de unos y otros en el triple explicaba el bajo marcador y por qué el Barça no había podido aguantar su ventaja ya que tenía un 1 de 10 por un 2 de 7 los visitantes, el segundo de ellos sobre la bocina a manos de Sergio Rodríguez. Otra diana desde el 6,75 de Draper puso al fin al Madrid por delante (34-35) ya en el minuto 22, pero los de Xavi Pascual se recuperaron bien (45-39)
Navarro se retiró con molestias musculares en un muslo y el partido se volvió muy espeso. Todo eran malos tiros y bolas al aro, posesiones consumidas sin encontrar un lanzamiento claro… hasta llegarse al último cuarto con un 49-45. Varias pérdidas y robos del Madrid provocaron el empate a 49 con Darden y Draper muy activos. Pero el Barça reaccionó bien y metió un parcial de 9-0 apretando al máximo en defensa y secando a su rival, que no metía nada de fuera y no podía levantar tiros cerca del aro.
Los blancos seguían secos y un recién llegado como Mavrokefalidis, con seis puntos, sostenía a su equipo (61-52). Nadie del Madrid alcanzaba los 10 puntos en el minuto 37 al ser Reyes y Llull los mejores con 9. El 3 de 16 en triples era un lastre y llevar 12 rebotes menos, mortal. Con una zona, dos robos de balón y el Barça rápido en bonus y dando tiros libres, hubo final apretado (63-61, min. 38).
Cuatro tiros libres de Lorbek y Oleson, los de éste tras un grave error de los árbitros al no dar una posesión al Madrid por echar la bola fuera Tomic a 1,20 de la conclusión, dieron el aire suficiente para ganar de forma ajustada y forzar así el quinto y decisivo duelo.
Barcelona: Huertas (11), Navarro (7), Rabaseda (-), Lorbek (11), Tomic (18) -cinco inicial-, Sada (2), Oleson (7), Wallace (2), Ingles (-), Mavrokefalidis (10), Todorovic (5) y Jasikevicius.
Real Madrid: Llull (9), Rudy (8), Suárez (-), Mirotic (6), Begic (4) -cinco inicial-, Darden (6), Reyes (10), Slaughter (4), S. Rodríguez (6), Carroll (2) y Draper (8).
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