Contra una sólida Francia, España se pegó un batacazo de dimesiones oceánicas. Si no es un fracaso, se le parece bastante. Desde luego es un fiasco viendo que se había ganado a los galos por 25 hace una semana en la primera fase. Pero esta vez un 65-52 para los de Collett. Un resultado que lo dice todo del pésimo ataque español.
Así que el sueño del oro se tornó en una pesadilla, en un desastre inesperado porque se contaba desde luego con llegar a semifinales como poco. Francia es peor equipo y sólo un mal partido podía condenar a los de Orenga. Así fue. Todo salió mal y el estado físico y mental de los Gasol no ayudó, con uno algo mermado y el otro regresado a todo correr del nacimiento de su hija y desubicado en la cancha de forma evidente.
La España de la primera parte no fue la selección que se ha visto hasta ahora. Lenta, sin dominar el rebote, sin la agresividad en defensa que había mostrado en los partidos anteriores. Pero tampoco había movimiento en ataque, ni de los jugadores sin balón ni velocidad en el pase de la pelota.
Así que no había ni el juego entre pívots visto en las palizas con las que España había resuelto los seis encuentros anteriores. Ni dentro-fuera para generar ventajas a los hermanos Gasol. Francia leía bien ese juego, hacía buenos dos contra uno al poste bajo y y en ataque complicaba la defensa de España con los pick n’roll en zona central.
Todo ello derivó en una España incómoda en pista. Como además no entraban los lanzamientos exteriores, 1 de 11 en triples al descanso, ni se controlaba el rebote, sacar algún contraataque se hacía difícil. Pau jugaba pero no era él. Marc parecía mentalmente ausente y lento. Los franceses se movían con ventajas de entre 5 y 7 puntos y sólo el empate a 21 dio aire a la selección nacional. Pero llegó enseguida un parcial de 7-0 y los franceses se fueron al descanso con un 35-28.
Los de Orenga saltaron en la reanudación con más brío y enseguida su defensa mejoró (35-34). Se pusieron arriba al fin con el 39-40 y entraron también por delante (42-43) al periodo decisivo. Pero había que sudar cada canasta, no había rebote ofensivo y el 1 de 5 desde el 6,75 en este cuarto volvió a ser una rémora.
Los mismos defectos siguieron presentes: escasa anotación, malos porcentajes, nulo rebote ofensivo y Francia siempre 3-5 puntos por delante (55-50, min. 37). Ya nadie quería lanzar de fuera y debajo del aro Marc no aparecía y Pau rara vez podía con el larguísimo Gobert. La ventaja francesa creció a última hora entre la desesperación de los jugadores y la sorpresa y tristeza de los aficionados.
Francia: Heurtel (13), Batum (9), Gelabale (9), Diaw (15) y Lauvergne (4) -equipo inicial-; Diot (4), Fournier (4), Pietrus (2), Gobert (5), y Jackson.
España: Ricky (4), Navarro (10), Rudy Fernández (6), Pau Gasol (17) y Marc Gasol (3) -equipo inicial-; Llull (5), Calderón (5), Ibaka (2) y Sergio Rodríguez.
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