Hace unas semanas, el Real Madrid ofreció la renovación a Anthony Randolph. Las condiciones económicas y duración de contrato no son ningún problema a estas alturas de las conversaciones. El jugador está a gusto en la ciudad y en el club y ha visto con buenos ojos el ofrecimiento. Solo hay una cosa que frena un sí rápido en la negociación: la NBA.
El Real Madrid desea que el jugador siga al menos dos años de forma garantizada y habría una tercera temporada opcional. Pero sin opción de marcharse a la NBA este verano para no sufrir en pleno julio o agosto la pérdida de un jugador diferencial que tendría difícil sustituto. Y casi imposible encontrarlo en esas fechas salvo pagando algún fuerte traspaso para quitar algún jugador a otro club.
Randolph, según nuestras fuentes, no está obsesionado con volver a la NBA. Ya jugó allí varios años. El problema es el famoso aumento salarial que ha traído el nuevo convenio. Hubo un incremento el pasado verano y hay otro en el próximo. Esto hace que se hagan grandes ofertas a los jugadores más destacados en Europa.
El estadounidense sólo dejaría el Madrid por una oferta atractiva en lo deportivo y en lo económico, no iría a cualquier equipo. Entiende la petición del Madrid para que no se vaya este verano pero quiere dejar una puerta abierta a la NBA. Negociar una cláusula o una fecha tope de salida sería la solución.
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