Conociendo un poco más a Alejandro Martínez y su filosofía de juego ofensivo; entrevista con el entrenador del Iberostar Tenerife

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El Iberostar Tenerife es una temporada más uno de los equipos que mejor baloncesto practican haciendo un buen uso de unos recursos económicos limitados. Al frente del conjunto lagunero está Alejandro Martínez, un entrenador que llegó desde el baloncesto de niños y colegios a la ACB. Con esta entrevista al técnico proseguimos nuestra serie de conversaciones que iniciamos -y puedes leer clickando sobre cada nombre- en enero con Ibon Navarro, luego con Salva Maldonado, a continuación con Xavi Pascual y por último, con Txus Vidorreta.

Mirando tu biografía para tener datos de tu trayectoria he visto que naciste en Barcelona, algo que no imaginaba oyendo el acento canario que tienes.

Sí, nací en Barcelona pero el pasado diciembre cumplí 41 años viviendo en Tenerife. Llegué cuando tenía 7 años. Mi padre es catalán y mi madre, tinerfeña. Mi padre era marinero y conoció a un hermano de mi madre, que también lo era, estuvieron embarcados juntos muchos años por todo el mundo. En una escala en Tenerife, mi padre conoció a mi madre y un par de años después, se casaron. Se establecieron en Barcelona y yo nací allí, vivíamos en la rambla del Carmelo pero una expropiación de los terrenos donde vivíamos hizo que mis padres decidieran el traslado a Tenerife en 1973.

Empezaste a jugar y a entrenar a baloncesto muy de niño.

Sí. En mi cole de Barcelona había campo de fútbol pero no había canastas y luego en el de Tenerife, sólo canastas pero no porterías de fútbol. Así que desde los ocho años jugaba al baloncesto. Era muy alto para la edad y jugué mucho porque no se me daba mal, entrenábamos mucho… En octavo de EGB me propuso la directora del colegio entrenar al equipo de niñas de sexto, donde estaba mi hermana, y ése fue mi primer equipo. Y a partir de ahí, hasta ahora, 35 años de entrenador. Me saqué los diferentes títulos, incluso el de segundo nivel lo saqué sin tener la edad. Pedían 18 años y yo tenía 16 pero bueno, un 8 y un 6 se parecen según los escribas, y algunos del curso hicieron la vista a un lado para que me lo pudiera sacar. El título superior lo suspendí la primera vez en 1991. Fue en Logroño. Coincidí con Sergio Valdeomillos, el ‘Indio’ Díaz, que todavía jugaba, con Alfredo Salazar, que lleva toda la vida en el Baskonia… Contesté a la pregunta sobre cómo atacar una zona según yo lo veía, pero no, había que responder según lo veían los profesores (Se ríe) y me suspendieron.

Tu primera experiencia en el basket ACB fue ser técnico ayudante de un mito como Gomelski cuando dirigía en Tenerife y había sido campeón olímpico con la URSS en 1988.

Sí, Pepe Cabrera me mete en el Tenerife en la temporada 1987-88 cuando Moncho Monsalve era el entrenador. Era delegado del equipo y segundo entrenador. Al año sigiente fichan a Gomelski y a Trifón Poch de segundo entrenador y yo sigo de delegado. Casi al final de la liga regular echaron a Gomelski y se queda Trifón de técnico y yo de ayudante. Aprendí mucho de él. Tenía mucho para enseñar pero no entendió quizá que aquí no podía tener todo a su disposición como tenía en la URSS, que no podía cambiar jugadores continuamente… Una pena pero la economía del club era la que era. Teníamos mejor equipo de lo que parecía y  se comprobó luego con Trifón, jugando muy buen baloncesto. Pero aprendí mucho en cuestión de entrenamientos, ejercicios, dirección del grupo…

En esos años ochenta y noventa trabajaste en distintos clubs pero sobre todo en colegios y con niños y niñas.

Sí, desde los 13 años siempre he entrenado en colegios aparte de en clubs. He pasado por casi todos los de Tenerife y La Laguna y desde 1992 estoy vinculado al Luther King de La Laguna. Sigo allí, no entreno claro, pero voy por allí, ayudo… He entrenador en Liga Femenina 1 al Cepsa Tenerife. Fue mi última experiencia en cuanto a basket nacional hasta el 2004 que me fichan en el CB Canarias, donde sigo hasta ahora.

Llega a un club que estaba en la tercera categoría nacional. ¿Teniais el objetivo de ascender y de intentar con el tiempo subir a la ACB?

Sí. Yo entro la misma semana que el presidente Félix Hernández, que todavía sigue al frente del club. El año anterior se había jugado playoff de descenso, así que sólo había esa primera temporada un objetivo, la permanencia. Pero jugamos para ascender. Perdimos el playoff con el Hospitalet pero fue un buen año. Félix siempre decía que a medio plazo el objetivo era la ACB: si eres un club que busca competir, al final quieres competir lo más arriba posible. Ascendimos a la LEB Oro y ya estábamos a un escalón de la ACB. Pero sin locuras. Gastábamos lo que teníamos o incluso menos. Nunca hubo dispendios ni fichajes que no podíamos pagar. Hubo errores, como todos los equipos los cometen, pero fuimos haciendo buenas plantillas. El año del ascenso estaba ya Rost y trajimos a Donaldson y con Urreizti, Heras, Richotti o Ricardo Guillén pues fue muy buena. Curiosamente, perdimos en la primera jornada en Pamplona y nos vino bien. Nos centramos y a partir de ahí fue ganar, ganar, ganar y a falta de cuatro jornadas ya teníamos el ascenso matemáticamente.

Pero entonces llega el partido más difícil, el del canon, lograr esponsor y poder ser inscritos en la ACB. Fue una locura y al final lo lograron comprando la plaza al Alicante.

Sí, yo estaba con la selección Sub 17 de España y me fui al Mundial de Lituania a esperar noticias. Un día me llaman y me dicen que no se había podido conseguir el dinero y que no habría ascenso. Me acuerdo que estaba triste pero bueno, invité a una ronda a mis ayudantes y ya está, ‘lo luchamos pero no se pudo conseguir’. Tres días después me llamó Félix y me dijo que sí, que íbamos a lograr ascender. Se fue preparando todo y cuando regresé a La Laguna, pues vi mucha alegría.

Pero enseguida había que trabaja ya en la conversión del club en una Sociedad Anónima Deportiva, algo que exigía la ley. Ese era otro partido que había que jugar y ganar. El presidente y su directiva hicieron un gran trabajo durante un año con los políticos, el cabildo y el ayuntamiento, hasta obtener los dos millones de euros que perseguíamos para cumplir. Siempre digo que la isla no sé si sabrá reconocer el mérito y trabajo de esta gente para lograr que los niños y los aficionados puedan tener baloncesto ACB en Tenerife.

Visto desde fuera, parece claro que directiva y tú habéis ido de la mano haciendo equipo y que además habéis confiado en un grupo de jugadores durante años.

Sí, el presidente entró cuando yo, Aniano (director deportivo) lleva dos años más, el ‘fisio’ uno más que yo, Jaime Heras doce años, Nacho Yáñez antes fue jugador y ahora es entrenador, Rost va para ocho años, Richotti cinco… Bueno, digamos que no nos gusta armar y desarmar el equipo cada verano. Sólo retocarlo. Y esa continuidad y trabajo que en septiembre tenemos ganado respecto a otros equipos creo que nos beneficia.

A nivel personal, ¿cómo lo recuerdas? De buenas a primeras pasas a ser un entrenador ACB con mayor responsabilidad, ante técnico muy contrastados y muy veteranos en algunos casos…

Yo sabía que iba a estar arropado, que directiva, club, los políticos, la gente del basket de la isla, mi familia, mi mujer… todos me iban a ayudar y no me iban a dejar no hacer las cosas bien. Y luego hay una cosa, yo soy entrenador de baloncesto, no entrenador ACB. Yo soy igual de aplicado y meticuloso si entreno en minibasket, a niñas o en la ACB. Sé que suena a fantasmada pero lo veo así. Entreno igual, con las mismas ganas, con la idea siempre de que mis jugadores mejoren y mis equipos jueguen bien.

Yo decidí que no iba a cambiar nada prácticamente de mi forma de funcionar, de trabajar, de ver el baloncesto por estar en la ACB y el club lo entendió. El inicio fue duro, perdimos los primeros seis partidos. Pero competíamos y eran el Barça, Madrid, ‘Granca’…. En la jornada 7 vencimos en Sevilla y fuimos ya para arriba, casi nos metemos en el playoff. Y haciendo nuestro juego, ganándole al Madrid en su casa metiéndole 96 puntos, 104 al Bilbao, 100 al Unicaja…

¿No sintió nunca vértigo, miedo a no dar el nivel en una liga tan competida?

No, miedo nunca. Sabía que iba a dar el nivel, que el baloncesto que practicábamos podía tener sitio en la Liga Endesa. Tuve el apoyo de entrenadores amigos, sus consejos, Paco García, Pedro Martínez, Curro Segura, Felipe Coello… y todos me veían entrenando aquí y eso me daba aún más confianza.

En todas estas entrevistas a técnicos que estamos haciendo, todos destacáis el alto nivel de los entrenador de la Liga. A ti te tocó empezó a estudiarlos…

Y sufrirlos (interrumpe). Una cosa es verlo por la tele y otra ponerte a analizar un partido, un rival… El nivel técnico-táctico de la Liga es altísimo. Eso es una realidad. Me tocó trabajar más y dormir menos, ver más vídeos… Mis ayudantes y yo, analizamos mucho las cosas, los partidos. Pero vamos, seguro que lo mismo que hacen mis colegas de banquillo.

¿Has tenido un entrenador que sea para ti un modelo o un equipo o estilo que sea para ti decisivo en tu formación?

No, vivir en Canarias tiene el problema de que es difícil estar presencialmente en una cancha o en un clinic en la península o en Europa. Yo me tenía que formar viendo aquí a los que entrenaban en Tenerife, a Felipe Coello, Borges… gente a la que conocí de joven y con la que aprendí mucho. De todos cogí cosas. Luego en 1991 fui a Manresa a ver la pretemporada de Pedro Martínez cuando tenía de ayudante a Salva Maldonado y Angel Palmi de director deportivo y me vino muy bien. Luego Pedro entrenó en Tenerife y le conocí más, luego ha estado en dos etapas distintas en Las Palmas y en Pedro me siento reflejado en muchas cosas. Mis equipos no llegan defensivamente al nivel de los suyos pero sí tratamos de copiar entre comillas. Pero también movimientos del Barcelona, del Madrid, del Bilbao, del Estudiantes…. Nos fijamos en todo y cualquier cosa que hace un compañero que vemos que podemos adaptarla a nuestro equipo la cogemos, no nos ruboriza para nada decirlo.

Y siempre practicando un baloncesto muy ofensivo, está claro que se os reconoce más por vuestro ataque que por vuestra defensa. Creo que te gusta aquello de Cruyff de que ‘prefiero ganar 5-4 que 1-0’.

Sí yo prefiero ganar 5-4 en baloncesto, mejor un 92-90 que un 70-68. Que tenga esta idea no significa que sea fácil o que el rival te vaya a dejar. Lo primero es que el jugador entienda que sólo atacando bien no vas a ganar, también hay que trabajar bien atrás. Pero además hace falta que el jugador se convenza de que igual el tiro bueno en un ataque es el del segundo cinco o nueve de la posesión. ‘Ya pero si lo fallo’ me van a decir que es un tiro precipitado’. Yo no te le voy a decir, si el tiro está bien elegido, hay que tomarlo porque igual no aparece un tiro mejor en el segundo 15 ó 20 de la posesión. Por tanto, si estás en buen situación para lanzar, hazlo. Y en nuestros sistemas buscamos siempre que tras un primer movimiento o bloqueo o corte pueda surgir ya la opción de tirar. Hay días que no metes aunque el tiro esté bien elegido y te quedas en 70 puntos o menos. Pero cuando los jugadores entienden lo que pretendemos, ya vamos bien. Y creo que es lo que el espectador quiere, los parones, las faltas, el juego lento no es para la mayoría de aficionados.

Pero luego todos los entrenadores habláis de la importancia de la defensa.

(Se ríe). Sí es verdad, es un contrasentido. Y nosotros hemos mejorado mucho atrás. En los 5 partidos previos a la Copa fuimos los que menos encajamos. Estadísticamente hemos mejorado nuestros números del primer año en ACB a ahora, igual hemos bajado la media recibida 10-11 puntos. El pasado verano buscamos jugadores que nos ayudaran en eso, que pudieran anotar pero que mejoraran la defensa del grupo, caso de San Miguel y Beirán.

No habéis entrado en la Copa del Rey y estáis en la lucha por la última plaza del playoff. No sé si ambas cosas eran un objetivo al empezar la temporada.

Yo trato de convencer a la plantilla y a todo el mundo, y el que lo quiere entender lo hace y el que no, porque nos quiere atacar, pues no, de que buscamos competir todos los partidos. Pero no te puedes marcar como objetivo la Copa, la jornada 17. En la jornada 1 el objetivo es ganar. En la 2, ganar. En la 3, ganar. Si eso hace que en la 17 estés en la Copa, estupendo. Pero lo que no puede ser es que te marques un objetivo a 17 jornadas vista, al menos yo no lo veo, porque si en la 10 no tienes opciones, es difícil motivar cada semana al jugador de que hay que seguir luchando. Ahora estamos con 10 victorias y quedan 12 jornadas. Numéricamente es factible entrar en el playoff, pero hay que ganárselo. Y te lo ganas semana a semana, partido a partido. Hay que competir en todos, pero yo no veo un fracaso no jugar la Copa. Que no entres no significa que se acabe la Liga. No, hay que seguir trabajando semana a semana. Y las notas, a final de curso.

Se te ve dirigir sin muchos aspavientos y rara vez se te ve cabreado o con un tono subido en los partidos y tiempos muertos. Tus jugadores me decían antes de sentarme aquí contigo que no eres de echar broncas.

Bueno, yo prefiero entrenar de esa manera aunque si hay que echar una bronca, se echa. Y alguna cae de vez en cuando. Creo que con los jóvenes no es que haya que echarles broncas sino que hay que apretarles un poquito más pero un profesional tiene que saber cuál es su trabajo. Si no no me sirve. Te contratan y te pagan un buen dinero para que rindas. Si le tengo que gritar para que rinda, mal vamos, no es muy profesional. Si un jugador no sabe cuál es su trabajo… Yo no le tengo que explicar que hay que correr, estar con energía en la pista, cerrar el rebote ni sacarle los colores echándole una bronca en un tiempo muerto. ¡Eso lo tienes que saber tú, que es tu trabajo!

Como has dicho antes, eres meticuloso. ¿Pero todavía hay margen para improvisación en el baloncesto de élite o no es posible?

Pienso que sí, que hay cierto margen. Mis ayudantes son más meticulosos que yo y son los que planifican durante la semana la estrategia de cara a un partido. Y cada semana buscamos meter algo nuevo, improvisar cosas un poco para sorprender al rival. A veces salen y a veces no. En LEB Oro éramos distintos, apenas trabajábamos la defensa. Pero en la ACB eso no vale, el rival te ata. El día de Bilbao fue un suplicio, nos pasaron por encima, no había forma de meter una canasta… Contra Manresa ganamos, pero sufrimos como perros porque Pedro Martínez planteó un partido increíble. En Fuenlabrada, nos cerraron la canasta y ni ‘pa dios’ metíamos una canasta. Y así cada semana.

Llevas 11 años en este club y 41 en la isla: ¿hay una futura carrera de Alejando Martínez en otro club, en la península?

Yo no tengo agente y eso quizá me cierra puertas. No tengo a nadie que me ofrezca y me mueva. Yo tengo un año más de contrato y la próxima temporada, ya se verá lo que opina el club porque no hablaría nunca con nadie hasta saber qué quiere el CB Canarias de mí. El día que me digan que creen que es mejor que venga otro entrenador, yo lo entenderé y buscaré otro club donde sea. Y cuando digo donde sea, me refiero a cualquier sitio del globo terráqueo porque yo estoy dispuesto a ir a cualquier sitio. ¿Sueños? El único que tengo es que el CB sea cada día más reconocido y juegue mejor, que no nos confundan con el Gran Canaria, que cada vez más gente venga al pabellón, que un día haya que construir uno nuevo porque se vea que se nos ha quedado pequeño…

Tenéis a Sikma como uno de los jugadores más valorados de la Liga. Tú que le conoces bien: ¿es jugador para un equipo grande?

Pienso que sí, porque digamos que los americanos ya no tienen que ser los dos buenos del equipo. Son un complemento dentro de buenas plantillas y él es muy listo. Es capaz de meter pocos puntos y valorar mucho: rebotes, robos, faltas provocadas… y eso tiene un gran valor. Además, entiende muy bien el juego y trabaja muy bien durante la semana. El tiempo dirá pero supongo que en verano nos será casi imposible retenerle. Lo bueno es que no tiene prisa, es joven y sabe que para aprender un club como el nuestro donde te dan minutos y confianza es lo mejor.

GlobalSun

6 Comentarios

  1. Gracias a este tipo de entrenadores el baloncesto español tiene su encanto.

    Menos creadores del mismatch y más Alejandros,Don Alejandros y Don Abos eterno.

    saludos

  2. Buen entrenador que si se apellidase martinevic se valoraría más todavía.

    Pena que no especificase que movimientos «copia» de laso

    Compraron la plaza de alicante y no pagaron el canon? Eso es injusto e ilógico porque si las deudas de alicante eran inferiores al canon para eso está, no?

  3. Enhorabuena por estos artículos,Alejandro Martinez un ejemplo del trabajo bien hecho,un entrenador a seguir que en Tenerife a conseguido hacer un juego muy agradable de ver,saludos

  4. Un rara avis de la vida y del Basket. Tiene sus ideas y muere con ellas. Además, su pasado como periodista profesional le otorga una perspectiva que sabe aprovechar al máximo. Dirige a un club histórico pero ha sabido crear un equipo de autor.
    Enhorabuena y suerte.

  5. CB Canarias se ha consolidado como club en la ACB despues de pasar muchos años en categorias inferiores y eso es por hacer las cosas bien.

    Me cuesta sin embargo entender como les cuesta tanto llenar el pabellón y más ahora que en Tenerife son el club referencia.

    Aun así felicidades y suerte.

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